MultiDiálogos
EL
DINERO
(páginas 37 - 42)
Pepita
Turina
PTurina.—EL
DINERO es la única infelicidad que todos deseamos
y de la cual no queremos librarnos jamás. Se busca
afanosamente esa infelicidad. Zafarse de cualquier
otra, cuánto antes; nunca del dinero. Nunca se quiere
tener menos del que se tiene. Más todavía: si es posible
aumentarlo se le aumenta.
JohnBuchan.—La
gente de segundo orden tiene prisa en conquistar la
riqueza y la gloria.
PTurina.—Tal
vez sepamos quién es la gente de segundo orden, tal
vez no. A los escritores y artistas notables se les
considera de primer orden. Y sin embargo... llámense
Balzac o Utrillo, se casaron por dinero con mujeres
ricas y quisieron el dinero y la gloria.
JohnLeCarré.—Un
ser que se dedique a crear no debe permitir nunca
que el dinero se transforme en su amo... y es terriblemente
fácil llegar a ser su prisionero. El problema consiste
en no ser deslumbrado por la riqueza y seguir dando
importancia a los seres, de valor.
PTurina.—Los
ricos son modelo de ingratitud. Creen que a nadie
sino a sí mismos deben su fortuna.. El dinero no se
gana solo. Parte que alguien gane contribuyen muchos.
Recién se ha descubierto que es un delito acumular
dinero y enriquecerse. Mientras nadie sabe dónde está
enterrado Mozart, porque no hubo uno solo capaz de
acompañarlo hasta la sepultura, porque llovía, otros
viven fastuosamente y a sus funerales asisten cientos,
aunque llueva, por haber impreso, vendido y ejecutado
la música de Mozart, o porque han negociado la pintura
de El Greco, que tampoco se sabe dónde está sepultado,
o porqué han impreso una novela, o porque han avisado
un jabón de tocador. ¡Mundo injusto!.
ThorsteinVelden.—Aquellos
que están sobre el nivel de la mera subsistencia,
en esta época y en todas las épocas pasadas, no usan
para fines útiles el excedente que la sociedad les
ha entregado. No procuran dilatar sus propias vidas,
vivir con mayor cordura, con más entendimiento, más
inteligentemente, sino impresionar a los demás por
el hecho de que poseen un excedente. Gastan tiempo,
dinero y esfuerzos en la placentera ocupación de hinchar
el propio yo. Dominan a sus inferiores pecuniarios
gracias al derroche, por lo que lo inferiores mueven
cielo y tierra para mejorar su condición gastando
hasta el limite de su capacidad. No puede haber lucha
de clases porque los trabajadores emulan a los poseedores;
no quieren eliminar a la clase superior u ociosa;
desean convenirse en esa clase.
PTurina.—El
dinero tiene tanto poder como falso sentido de grandeza.
Se vale por lo que se es, no por lo que se tiene.
Pero qué difíciles saber, distinguir entre lo que
necesitamos y lo que codiciamos.
NicolásGuillén.—¿Puedes
venderme el aire que pasa entre tus dedos / y que
te golpea la cara y te despeina? …¿Puedes venderme
cielo? / ¿Puedes venderme lluvia?…
PTurina.—Nadie
es capaz de comprar todo lo que hay de comprable.
Menos disfrutar todo lo que hay de disfrutable.
PaulGetty.—Pese
a mi riqueza no puedo comprar lo que no está en venta.
PTurina.—Rico
o pobre hay que saber o aprender a renunciar. La
vida es renuncia. Y la capacidad de renunciar eleva
hacia el bien. Caminemos con un adinerado entre
cincuenta vitrinas, sólo cincuenta, por una calle
comercial de gran ciudad, tan sólo una calle. (Son
adinerados los magnates, los supermillonarios, no
los que tienen un refrigerador, una radio, algunos
trajes más de los necesarios y otras nonadas). Detengámonos
frente a un escaparate de joyería —ya que hemos dejado
atrás muchas vidrieras atestadas de porcelanas, muebles
y un sinfín de objetos—. De lo que allí se exhibe,
¿cuántas joyas se adquieren? Aunque pudiera comprarlas
todas ¿qué haría con ellas? ¿Guardarlas en un banco?
¿En la oscuridad de un joyero? ¿Esconderías y cuidarlas
de los ladrones? En una calle de ciudad no puede adquirir
todo lo que se exhibe. Tampoco en su jardín los ricos
pueden tener todas las plantas que hay en la tierra,
en su ropero todos los trajes que hay en el mundo.
En su biblioteca todos los libros. A pesar de su poder
adquisitivo, no están a su alcance las inmensas posibilidades
de bienes materiales adquiribles. A lo demás... a
la falta de inteligencia, de belleza, de simpatía,
de eterna juventud, estarnos irremisiblemente condenados.
RalphCampo.—Toda
creación de envergadura está basada en dinero bien
empleado: edificios, palacios, hospitales, escuelas,
monumentos, puentes, aviones, ferrocarriles, etc.
El dinero en sí, es un instrumento maravilloso u horripilante.
Es como un cuchillo: si el que lo use es un asesino,
lastima o mata; pero si el que lo use es un artesano,
produce belleza incomparable. Nunca maldiga el dinero.
PTurina.—Lo
mejor, bien puede ser lo que no se compra y lo que
no se paga; lo que no da molestias ni preocupaciones:
la naturaleza “natural”, sin sueldo de jardinero (la
montaña, el río, la selva), aquello que no es de preocupación
personal, aquello que da la indiferencia del cosmos
y de la naturaleza en la cual nos cobijamos.
JorgeLuisBorges.—Ser
pobre implica una más inmediata posesión de la realidad,
un atropellar el primer gusto áspero de las cosas:
conocimiento que parece faltar a los ricos, como si
todo les llegara filtrado.
PTurina.—El
pensamiento ¿tiene precio? ¿la conversación, la percepción?
El menos desamparado de los seres es el que sabe que
no tiene nada: que el mundo es “prestado”.
HoracioSerrano.—No
sería extraña que dentro de poco se inicie la “Untergang”
—la palabra es de Spengler—, la decadencia, la decrepitud,
el término de la fortuna individual, y quienes tienen
dinero en cantidad sólo regular se dediquen, más que
a aumentarlo —abismados por la progresión geométrica
de su peso— a cultivar, como en Atenas, la vida cívica,
las artes, el pensamiento.
PTurina.—En
Irak, el armenio Gulbendian, que recibía el 5 % de
todo el petróleo de su país, dueño de una fortuna
fabulosa, expresó en aforismos: “Tener demasiado
dinero puede ser un inconveniente, pero tener demasiado
poco es siempre una desgracia”. “El dinero no hace
la felicidad, pero a veces ayuda a prescindir de ella”.
“El dinero no proporciona la salud, pero contribuye
a conservarla y a menudo a recuperarla”. “La amistad
y el amor no se adquieren con dinero, pero sin él
puede resultar difícil conservarlos”. Para ser espiritual
más bien para gozar del espíritu, cultivarlo, ampliarlos
se necesita dinero. El precio de los libros de los
espectáculos teatrales, el del arte entra en lo inadquirible,
cuando no se tiene dinero. Aparte de esas necesidades
imprescindibles, y entre las más imprescindibles la
de comer, están las del hacer sin poder llegar a hacerlas.
¿Cómo se sacan fotografías sin máquina fotográfica?
¿Cómo se filman películas? ¿Cómo se pintan cuadros?
¿Cómo se montan obras teatrales? ¿Cómo se publican
libros? ¿Cómo se educa? ¿Cómo se aprende? ¿Cómo se
realiza con las manos vacías? Hoy, mientras más desarrollado
está el espíritu, mientras menos se vive de apariencias,
mientras más posibilidades latentes invaden la inteligencia,
más grande es el ¡detente! de la pobreza.
Moliére.—Todas
las, diatribas hechas contra el dinero, ese vil metal
no han logrado éxito nunca ni consolaron jamás a sus
autores de no tener dinero.
PTurina.—Creemos
en el dinero, en su poder. Y tiene la influencia demoníaca
de la persuasión para quienes les parece apetecible
lo que da: casi todo lo que el cuerpo quiere. Lo terrible
es que también suele hacer falta para lo que el alma
quiere.
EnricoCastelli.—El
árbol del Paraíso, el árbol de la ciencia, el del
bien y del mal se representa a menudo con monedas
colgando de sus ramas, símbolo de la persuasión demoníaca.
PTurina.—Muchos
hombres antiguos se atemorizaron hasta el suicidio,
perseguidos por la transformabilidad del Tentador.
Ahora, los hombres modernos, en vez de morir, buscan
engrandecerse, tener fortunas fabulosas para sentirse
seguros. ¡No hay seguridad más insegura que el dinero!
Pero, desde el tiempo de los alquimistas, sólo se
sueña con transformar la más vil materia en oro.
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