MultiDiálogos

LAS HISTORIETAS
(páginas 167 - 174)

 

Pepita Turina

PTurina.—LAS HISTORIETAS, consideradas como un género menor de la llamada Literatura Infantil ¿son subliteratura solamente? Analizarlas y aún encontrarles cualidades no es un delito; no puede serlo.

HoracioSerrano.—¿No será también la historieta un producto de esas tendencias que tienen una razón de ser más allá del juicio simplista?

PTurina.—Muchos fenómenos, o quizás ninguno ocurren por casualidad. Preguntémonos. ¿Se puede negar el arte OP, el arte POP, la música electrónica y tantas otras manifestaciones que fascinan a los niños y a los jóvenes de este tiempo? En número impresionante las Historietas invaden el mercado mundial, son leídas por los niños y los jóvenes de TODOS los países del orbe. Entonces, desestimar un género de tanta predilección en el mundo de hoy, en todos los niveles sociales, es bastante arriesgado. ¿Por qué el éxito de las Historietas, por qué su proliferación, qué tienen de fascinante? Son elementales, fundamentalmente anti-intelectuales, ingenuas, superficiales. Cómo definir el auge de las Historietas. Su lenguaje responde a un estado de ánimo del lector actual Si tal es su éxito, quiere decir que hay  circunstancias psicológicas, culturales, que han favorecido su aceptación, su difusión.

UmbertoEco.—Que el arte tome determinadas direcciones no es ni bueno ni malo, pero sea como fuere no es nunca un hecho casual, sino un fenómeno. Se deben analizar los supuestos históricos y las repercusiones prácticas en la psicología de los consumidores.

PTurina.—Analizando las Historietas, sondeando qué hay de positivo en ellas, o qué puede haber, necesitamos aceptar que es imposible hacerlas desaparecer, tampoco disminuir su difusión, ni prohibir que se las lean. Muchos padres y profesores, muchos escritores quisieran prohibir a los niños leer Historietas. Tendrán que recapacitar, porque no podrán impedírselo. Las historietas flotan en el ambiente que les ha tocado vivir. Y es muy difícil estar fuera de época. Al joven. y al niño les resulta imposible, Lo que cambia o va cambiando tiene un motivo. Es curioso que en un mundo del que se ha desterrado bastante el analfabetismo, disminuya la afición por la lectura demorada, por lo que se llama l e e r, no ese d e v o r a r revistas, diarios, periódicos y todo aquello rápido y volandero. La verdad es que se aprendió a leer para NO leer: Millones de niños se entretienen en los más diferentes países, en las más disímiles hojas impresas, en cantidades impresionantes de copias y traducciones, con las Historietas o Tiras cómicas, o Bandas ilustradas, que tampoco son exclusivamente para los niños, que también obedecen a intereses del adulto —y aún de los intelectuales, porque hay intelectuales, que leen Historietas—. Charle Brown o Carlitos, que en inglés se llama “Peanuts”, el popular protagonista que ideó Charles Schults, hace reír a noventa millones de personas que lo encuentran en mil diarios y revistas. Y aquí en. Santiago de Chile, un grupo de alumnos del Colegio Nido de Aguilas decidió montar la obra musical “You are a good man Charle Brown” y tuvieron un éxito espectacular. Las entradas para sus funciones en el Instituto Chileno-Norteamericano se agotaron. Los héroes de tira cómica son apropiados para esta época llamada por los sociólogos “la era de la ansiedad”. Tarzán, el célebre hombre-mono, héroe de películas y televisión, vende sus aventuras en historietas sencillas que transcurren en la selva. Walt Disney hizo sus primeras armas como autor de bandas publicitarias, y llegó a ser el más hábil hombre de negocios, que formó el imperio Walt Disney. Sus historietas ¡dónde no circulan! Sus personajes se encarnan en juguetes, se multiplican en prendas de ropa, muebles y un sinfín de objetos. Y después de su fallecimiento su nombre se ha convertido en un sello de fábrica al por mayor

Dr.GüntherSchneider.—El contacto del hombre moderno con el mundo está casi exclusivamente determinado por la visión. Los periódicos ilustrados, la Biblia en imágenes, las bandas de dibujos, el cine, la televisión, los carteles de anuncios de neón son las experiencias sensitivas predominantes, las impresiones primarias que explican el mundo.

PTurina.—Los personajes de Historietas son tan conocidos que permiten la comunicación masiva, la que, hoy se exige como razón social. Las tiras cómicas responden a eso que Mac Luhan llama “la socialización del pensar”.

BecoBczytelman.—Roberto Zamorano, de doce años, el mejor alumno de su curso en la escuela de hombres Nº 48 de Ñuñoa, serio, estudioso y retraído, opina que prefiere los libros y que las revistas lo aburren, pero que las lee porque “de otro modo no podría conversar con mis amigos”.

PTurina.—Al encuestar niños, un 90% responde que les gustan las Historietas. Un hecho que dice mucho, ya que no son una lectura de obligación. Por el contrario, aun prohibidas, el niño las busca espontáneamente. Gozar de ellas no necesita aprendizaje. Leer la clásica burbuja explicatoria que acompaña a las imágenes se hace fácil a los niños de baja escolaridad, semianalfabetos, que no tienen libros a su alcance, por su condición económica y por el nivel intelectual de su ambiente. La imagen es un factor indiscutible de comunicación, de más fácil comunicación que el reposo y la concentración que exige la lectura de libros. El mundo inquieto y vertiginoso de hoy exige esta lectura que se abarca rápidamente con miradas. En el niño no es vulqaridad ni torpeza leer. Historietas: es niñez. Los muy pequeños, los que todavía no leen se entretienen muchísimo hojeando revistas de Historietas. Se puede ver a niños de 2 a 4 años dé edad interpretando los “monos” y reconociendo una serie de objetos y situaciones. La mímica de su “lectura” lo demuestra. Si ven un rostro sonriente, sonríen; una expresión de enojo, se enojan; un tambor, golpean; un martillo, golpean de otro modo; una rueda, dan vueltas con la mano; un caballo, emiten la onomatopeya del ruido de sus cascos; el guau guau del perros el miau miau del gato, el ruido del automóvil y del avión; saben cuando alguien llora, cuando corre; Se identifican con esos seres y objetos de experiencias alcanzables. Los personajes de Historietas son más compañeros de los niños de hoy y hasta es posible decir más “reales". Los cuentos de hadas, demasiado místicos, alejaron a los niños de la realidad con aquellas molineras que llegaban a convertir la paja en oro, con aquellos mendigos que se transformaban en príncipes, aquellas vestiduras, y poderes irreales; aquellos enanos, aquellas hadas buenas y malas, aquellos gigante, aquellos ogros, aquellas brujas. No es de creer que las Historietas van cimentando las bases de una futura estupidez. Estados Unidos de Norteamérica, cuna, de ellas, es un país pujante, lleno de hombres notables y aquellos que de niños leyeron Historietas han sido capaces de llegar a la Luna. Leerlas s o l a m e n t e y nada más, toda la vida, sería criticable. Pero, al desenvolversé el hombre evoluciona hacia otras necesidades. La arquitectura de su destino tiene por base algo más que las hojas volanderas que contienen Historietas.

BecoBaytelman.—¿Cuál sería la sed verdadera del individuo que lee con pasión una revista de “monos” o se devora una tira cómica en un restaurante? Nosotros, los más viejos, acostumbrados a una lectura rica en profundidad, encontramos que las revistas son falsas e indecorosamente comerciales. Sin embargo, prohibimos o privamos a priori algo de lo cual no sabemos si está bien o mal.

PTurina.—El escritor norteamericano Ray Bradbury, en su novela “450, Farenheit”, describe un porvenir lamentable por la persecución y desaparición de los libros. Pero ¿son inseparables los conceptos libro y cultura?

ArthurMiller.—En general la literatura ha sido propiedad de una elite. Pero ninguna sociedad tecnológica puede existir sin educación masiva. El mismo fenómeno básico está ocurriendo en todos los lugares donde la máquina prima sobre el hombre —las masas, la gente, se han convertido en los consumidores de la cultura—. Hace años conocí a un marinero. En cada puerto salía como un loco y volvía con los brazos llenos de revistas, libros, panfletos... cualquier cosa impresa. Una ver traté de encontrar cuál era la base de su selección, y dijo que todo eran “cosas para leer” Era el acto de leer lo que le gustaba, no el contenido de los libros.

PTurina.—Al aparecer la escritura, no sólo Sócrates creyó que lo que se podía escribir y leer iba a provocar un daño enorme. Y al aparecer la imprenta, aceleradora del proceso de hacer libros y toda clase de impresiones, ¡quién sabe cuánto mal y cuánto bien ha provocado! Una increíble cantidad de impurezas entregan las imprentas cada día. Y libros que pasaron de la oralidad a la escritura han durado años, siglos, sin tener mayores méritos. Los cuentos de LAS MIL Y UNA NOCHES, por ejemplo.

JorgeLuisBorges.—El libro de las "Mil noches y una noche" es una adaptación de antiguas historias al gusto aplebeyado, o soez, de las clases medias de El Cairo. Es harto conocida la pobreza estilística de las Noches.

PTurina.—En la historia de la humanidad, el primer vislumbre de comunicación visual que inicia el camino de la cultura, que transmite y retiene hacia el futuro, es el dibujo. El arte rupestre, es decir las pinturas y dibujos prehistóricos que se han descubierto en rocas y cavernas, demuestran escenas en que el hombre cuaternario reproduciendo renos, bisontes y bocetos de imágenes, dejó su testimonio en una especie de “historietas”, cuya primitiva belleza plástica basta hoy nos emociona. Las Historietas tienen antecedentes nobles. Están emparentadas con las pinturas y dibujos relatadores: los vitrales de tantos templos; los catorce cuadros del Vía Crucis de las iglesias que muestran a Jesucristo en su camino al Calvario y nos hacen saber de la Pasión del Señor; las geniales y grandiosas pinturas de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, nos hablan visualmente del Génesis, y del Juicio Final, con escenas diseminadas entre las cornisas, en los muros y en los espacios de diversas formas y tamaños; los retablos, colección de figuras pintadas o talladas que representan “en serie” una historia o suceso; los cosmoramas —hermoso nombre que viene del griego y que significa Kosmos (mundo) y orama (vista)— cuentan visualmente en escenas seriadas cualquier acontecimiento real o fabuloso. Los pintores muralistas exponen en sus frescos, que a veces cubren metros y metros de paredes, las historias que quieren contar. Perdido el hálito artístico que la lentitud del ritmo humano da a sus creaciones, los recursos amplificadores y multiplicadores que da hoy la máquina, han producido la invasión de entregas a un mundo supersaturado que discierne menos de lo que consume.

ArthurMiller.—Nuestra época se está transformando en una época de entretenimiento, de la distracción organizada. “Es voraz”. Las tendencias y las modas que anteriormente tomaron años en madurar y desvanecerse ahora aparecen, dominan y se quiebran en algunas semanas.

PTurina.—Entretenerse más que pensar, es la tónica masiva actual. Siglos de cerebración han llevado a una superación cerebral que ha hecho posible que hombres mentalmente inteligentísimos descubrieran los altavoces, la televisión, las computadoras y todo lo que “ahorra” el pensar o nos lo impide. Es posible que los supercerebros lleven a la extinción del cerebro, dejando el pensamiento sólo para unos pocos. Todavía somos muchos los que sabemos huir de esa tentación satánica, que nos ofrece los mayores placeres a cambio de consentir que nos extirpen el pensamiento.

 

 

 

 

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© Karen P. Müller Turina