MultiDiálogos

EL FUTURO
(páginas 46 - 54)

 

Pepita Turina

PTurina.—EL FUTURO siempre es distinto. S u c e d e r á es una palabra agorera y vanidosa que es mejor no pronunciar. Todo conspira para que seamos diferentes cada vez que lo demás y los demás también lo sean. No somos sino lo que cada segundo vamos siendo, lo que cada segundo nos sucede. Cuánto corre la velocidad de la luz y del sonido, la bala que hiere o mata. En dieciséis segundos mataron en 1963 a un Presidente, y mucho cambió vertiginosamente. Un chileno, que visitó en Estados Unidos a ese Presidente recién elegido le dijo: “Tan joven. Usted alcanzará a vivir hasta el año dos mil”. El sonrió, halagado. Filósofos, astrólogos, políticos, vaticinadores profesionales o no, yerran prediciendo el futuro.

CurlJ.Burckhardt.—La. semilla de todas las acciones germina, no como en los campos de la tierra, sino sin seguridad de lugar ni de tiempo y sin tomar una forma conocida; en cualquier sitio, en cualquier hora y bajo aspectos que nos es imposible imaginar.

PTurina.—La moda del año dos mil diseñada hoy, no es la del año dos mil. Ese año no tiene moda. Lo que esta época proyecta tiene recursos actuales, desconoce las posibilidades de las creaciones por venir o por no venir. Cada momento tiene una preparación de flexible suspenso, puente de cimbra y no de hierro que se recoge después de cruzar para seguir tendiéndolo bajo los pasos avanzadores. El futuro es imprevisible. Para vaticinarlo se originaron sistemas de adivinación que han aminorado el miedo al futuro, contribuyendo a la confianza en el oscuro porvenir. Las anticipaciones del incierto porvenir se han buscado en la Cleromancia, adivinación por dados y huesecitos; la Estafilomancia, por las uvas; la Unicomancia, por las uñas; la Astromancia, por los astros; la Apantomancia, por medio de los objetos que se presentan inopinadamente a la vista; la Uromancia, por la orina; la Demonomancia, por medio de la inspiración de los demonios; la Biomancia, por la observación de ciertas señales del cuerpo; la Cromiomancia, quitando las telas de una cebolla; la Lecanomancia, por los espejos; la Catroptomancia, por los espejos mágicos; la Aeromancia, por el aire: la Piromancia, por el fuego: la Hidromancia, por el agua: la Gastromancia, por el reflejo de la luz en el agua; la Cristalomancia, por los cristales; la Dactilomancia, por anillos y sortijas; La Coskinomancia, por un cedazo; la Axinomancia, por un hacha; la Cefalomancia, por una cabeza de burro o carnero; la Cledomancia, por llaves, cerraduras y cerrojos; la Capnomancia, por el humo; la Libanomancia, por el incienso; la Tetranomancia, por las cenizas; la Vinomancia, por el vino; la Critomancia, por los panes; la Tiromancia, por la cera; la Antropomancia, por las entrañas humanas; la Dafnomancia, por las hojas de laurel quemado; la Botanomancia, por las yerbas; la Onfalimancia, por el cordón umbilical; la Muniomancia, por las secundinas; la Lampadimancia, por la luz de una lámpara; la Partenomancia, por una mujer virgen; la Astragalomancia, por huesos astrágalos; la Spatulomancia, por los huesos de las espaldas; la Cartomancia, por las cartas; la Geomancia, por la tierra; la Quiromancia, por las líneas de la mano; la Bibliomancia, por las primeras palabras de las páginas de un libro; la Aleuromancia, por el trigo; la Ictiomancia, por los peces; la Heteromancia, por el vuelo de las aves; la Teomancia, por una presunta inspiración de la divinidad; la Nigromancia por la evocación de los difuntos; la Oniromancia, por los sueños; la Belomancia, por flechas y armas arrojadizas, la Teraunomancia, por las tempestades; la Ceromancia, por las velas derretidas. Con innumerables formas de mancias o mancías se ha ejercido y se ejerce la predicción. Los oráculos griegos se extendieron sobre las creencias y las consultas de los ignaros y de los filósofos, en todos los estratos sociales.

RobertFlaceliere.—Tanto en Grecia como en pueblos posteriores, recurrir al oráculo o formas derivadas no es nada más que la búsqueda de una razón cuando no existe ninguna razón; cuando el hombre experimenta temor de entregarse a los instintos, cuando se aterroriza de las fuerzas imprevisibles de la naturaleza indomable para él, cuando es débil espiritualmente y lo asalta el miedo a lo desconocido y a lo inevitable. El individuo al consultar los oráculos, a los adivinos, a los magos, encuentra un apoyo, una posibilidad de elegir; o un asidero para explicar, para responsabilizar a alguien de lo sucedido, o liberarse de un juicio de la sociedad achacando entonces el mal a un personaje divino, a un ser maligno; en suma a entes extraterrenales que escapan a todo castigo. Este tipo de cultos o prácticas revela la división entre lo humano y lo divino; prueba lo limitado de la racionalidad humana, y psicológicamente, demuestra la fuerza del inconsciente para gobernar la conducta de un modo irreflexivo.

PTurina.—El próximo viaje, la próxima fiesta, el próximo vestido, el próximo regalo, la próxima lotería, las próximas adquisiciones, el posible amor. Es tanta la inquietud, la búsqueda, el inconformismo, que siempre estamos esperando -—que es una forma de idealizar— algo que no es lo que tenemos. El paraíso está siempre donde no estamos. Lo indeterminado, lo que todavía no es realidad es paraíso.

ArthurRubinstein.—Cada vez que preparo un concierto estoy por alcanzar un ideal, pero cuando estoy junto al piano mi ideal es el concierto siguiente. El ideal es mi sombra; se mueve conmigo y no lo alcanzo jamás.

PTurina.—Nada es tan diferente al ideal como el ideal realizado. El ideal es un engaño. Las realizaciones pueden ser mejores de como se ha soñado, pero diversas porque ya no son mente. El matrimonio es el ideal de las solteras. No imaginan que en “ese” estado el conflicto de vivir sigue su curso. Sueñan con el matrimonio donde se terminan las esperas, los cansancios, las incomprensiones, las amarras paternales las obediencias, la soledad. Y lo único que se termina es la soltería. Las solteras piensan el matrimonio como imaginan el colegio los pequeños que todavía no van a él. ¡La ilusión de lo que no se tiene y donde no se está! La equivocación de lo que se anhela y se ve diferente desde fuera, desde la distancia. ¡El colegio! Tener bolsón, cuadernos, libros, gomas, lápices de colores; salir a la calle, tener compañeros, aprender. Todo eso se tiene, indudablemente, junto con las atrocidades inimaginables.

GiovanniPapini.—Los hombres piensan en el futuro, viven para el porvenir, consagran perpetuamente todos sus hoy y sus mañanas a las mañanas que deben venir. Toda su vida está hecha de manera en que cada instante tiene valor en cuanto sabe que este instante prepara un instante sucesivo, cada hora una hora que vendrá, cada día un día que seguirá. Toda su vida está hecha de sueños, de ideales, de proyectos, de espera; todo su presente está hecho de pensamientos respecto a su futuro. Todo aquello que es, que es en el presente, le parece obscuro, mezquino, insuficiente, inferior, y nos consolamos únicamente pensando que todo ese presente no es más que un prefacio, un largo y enojoso prefacio de la bella novela del porvenir.

PTurina.—Se necesitan esperanzas compensadoras, en un futuro próximo no en un lejano futuro. Teniendo veinte años de edad, la respuesta a la consulta de un vendedor de sueños jamás dice: cuando tenga cincuenta años encontrará un novio y de alcurnia. ¿A los 50? ¡No! Se le quiere casi a la salida de la consulta. Lo que ansiosamente se quiere saber es el inmediato futuro “feliz”. Nadie indaga para saber que le esperan hechos funestos y no deseados. No es que se quiere s a b e r del futuro, se quiere d i s f r u t a r lo, saber qué dicha espera. Los descontentos del presente esperan lo próximo para atenuar la ansiedad del presente. Hasta más allá de la vida se espera el cielo.

LouisPauwels.—Como tenemos prisa no lloramos sobre el pasado, sino sobre el presente, y lloramos de impaciencia.

PTurina.—Nostradamus, rey de la Astrología, y Cagliostro, rey de la magia, supieron ilusionar mintiendo. Fueron genios de la superchería. Nostradamus predecía a los ambiciosos príncipes que subirían al trono. Practicó lo que continúa haciéndose en Astrología: predecir lo que la persona quiere que le predigan. Nostradamus se conquistó así una vida de éxitos entre reyes. Cagliostro desarrolló tantos ritos, adquirió tal autoridad que era un director de escena para la teatralidad que desplegó. Ayudado por una bola de cristal reflectante del pasado o del porvenir, un silfo cautivo, botellas de alquimista y una charlatanería, sin igual alelaba hasta a los inteligentes. Desarrolló tantos ritos, tantos trucos, que transformaba la arpillera en seda y las piedras en perlas, y haciendo creer lo que quería con sus artes de encantamiento y de palabra, vendió el futuro dichoso a quienes se acercaron a él buscándolo.

AlCapp.—El que invente una máquina para ver el futuro contribuirá más a hacer la vida indeseable que el que inventó la bomba de hidrógeno.

PTurina.—Tiene más razón el pasado y el presente, no el futuro que todavía no es un hecho.

JorgeLuisBorges.—No puedo vaticinar lo que ocurrirá con el mundo dentro de una hora.

PTurina.—Lo que pueda ser en adelante es sólo conjetura, no es sabiduría, ni siquiera profecía.

ThomasMann.—En la realidad, los siete años profetizados fueron más bien cinco. La vida, siendo vida, no puso énfasis muy marcado en ningún número. Los años de abundancia y de escasez que vinieron fueron como la vida, es decir, ni enteramente abundantes, ni enteramente escasos. En verdad, de no haber mediado la profecía, tal vez no se les hubiera conocido como años de hambre. Pero en vista de ella, fueron reconocidos. Esta se cumplió por cierto; pero sé cumplió como se cumple la vida; de una manera imprecisa. Porque la vida y la realidad siempre afirman cierta independencia, a veces a punto de borrar la profecía y hacerla irreconocible. La vida está indudablemente sujeta a la profecía; pero, dentro de estos limites, se mueve tan libremente que uno casi puede decidir por sí mismo si la profecía se cumplió o no.

PTurina.—El resultado de los conocimientos y reflexiones de Julio Verne, c o i n c i d i ó en ciertos aspectos 100 años después con la llegada del hombre a la luna. El novelista francés no “vio” el futuro. Sus ficciones estuvieron basadas en las enseñanzas científicas del secretario permanente de la Academia de Ciencias de París, Joseph Bertrand. Su imaginación, su ingenio de viajero sin viajes, se realizó en el escritorio donde movió la pluma desde los 30 años hasta su muerte, maniobrando las ocurrencias que le dieron fama de profético. El sacerdote y pensador francés Teilhard de Chardin dijo: Moriré en Nueva York, y en Nueva York murió. El poeta peruano César Vallejos escribió en un poema: Moriré un jueves en París, y murió en París. La emperatriz Isabel de Austria dijo a la emperatriz Eugenia: Quisiera morir de una pequeña herida en el corazón, por donde el alma se me escape. Y murió a manos de un anarquista, con una aguzada lima que le produjo una herida tan pequeñisima que al llegar al corazón derramó apenas una gota de sangre. Los que dicen cosas así, dibujan en la tiniebla frases casuales que el futuro cumple parecidamente.

FreiherrVonWeissacker.—Hay tiempo en tres modos; el presente del momento, el pasado incapaz de modificación y el futuro en parte al querer y en parte a la conjetura.

PTurina.—Una pitonisa predice: te casarás con una mujer... El consultante no prefiere el tipo descrito, pero... se obsesiona. Mira desde entonces a las mujeres que en cierto modo se ajustan a ésas palabras, y con una de ellas se casa, maravillado de las dotes de la “vidente”. Hasta en meteorología los pronósticos son inciertos. Y las nubes son menos complejas que los hombres. Las nubes que presagian lluvia toman ciertas formas conocidas y se hacen verdad. Como nada es súbito y todo se va preparando; el futuro inmediato, el futuro inminente es el único que sabemos porque está entreverado con el presente. No es que se adivine, es que se sienten los cambios alteradores: la lluvia, que va a caer, el enfermo que va a morir, la palabra que se va a pronunciar. Nada es tan inmediato, sin antes, sin después. La explosión que parece ser lo más súbito prepara con tiempo su estallido. Los animales no son profetas y huyen cuando va a haber un temblor de tierra, una tormenta. Las avecillas enjauladas revolotean víctimas de pánico. Un canario se ahorcó entre los barrotes de su jaula por el apremio de querer huir poco antes de que se derrumbara una represa que arrasaría el lugar.

CharlesChaplin.—EI futuro empieza todos los días.

PTurina.—Las predicciones que no rozan el presente se derrotan a sí mismas. El porvenir es la oscuridad más oscura.

 

 

 

 

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© Karen P. Müller Turina