"MULTIDIÁLOGOS"
(1978)
De
las seis obras publicadas por la autora ésta es la
que ha obtenido mayor éxito, al menos en la unanimidad
de los aciertos destacados por todos sus comentaristas.
Además, son valiosos los testimonios de alumnos de
liceo acerca del presente ensayo o multiensayo como
sugirió se le llamara Hermelo Arabena Williams.
Quisiéramos
citar aquí algunos testimonios escolares (*) que corresponden
a damas y varones cuyas edades fluctúan entre los
quince y diecisiete años..
Primero
una dama:
“Me
ha parecido muy interesante este libro, porque me
ha hecho darme cuenta. de muchas realidades que a
uno le pasan inadvertidas. Además MultiDiálogos
es variado, lo que le hace ser ameno. Me lo leí en
dos días”. (Luscinda Arenas, 16 años).
Por
su parte, un joven del mismo curso escribió en su
trabajo: MultiDiálogos es un libro extraño, profundo,
entretenido. Todos sus temas están bien planteados,
aunque sean algunos como los sentidos, el gato, la
muerte y otros, los que más me interesaron”. (Abdón
Naim, 16 años).
Un
tercer testimonio: “Los Multidiálogos" me han
sido de provecho, porque me han permitido reflexionar
e incluso discutir con los autores. Nunca había leído
un libro así. Junto a Hamlet es el libro que más me
ha impresionado”. (María Luisa Armleder, 15 años).
Finalmente,
otra opinión de un varón: “El libro me gustó bastante.
Con libros así a uno le da gusto leer. Es entretenido
e interesante. Lo encontré profundo, como si a uno
le diera mensajes que lo hacen más humano. Lo leeré
nuevamente”. (Jorge Alvarado, 17 años).
Por
su parte, la autora nos cuenta algo de la historia
de la obra:
“Empecé
a escribir multidiálogos el año 1960, más o menos.
Traté de dar forma publicable al gran material de
archivo que había reunidos desde la adolescencia,
junto con mis ideas anotadas al respecto. Pensando
que podían ser publicados en diarios y revistas, los
fui haciendo cortos, de no más de tres páginas, tamaño
carta, a máquina, espacio dos.
En
1965 se publicaron en ediciones dominicales del diario
"La Nación", los primeros. Después, repitiéndolos,
los fui publicando en la "Revista de Carabineros
de Chile", en la revista "En Viaje",
y algunos en "Saber Comer... y Vivir Mejor"
(1966-1969) la mayoría de los referentes a niños”.
Estos
mismos multidiálogos, enriquecidos y con mayor número
de páginas se incluyeron en el libro MultiDiálogos
(Nascimento, 1978). Se incluyen en él muchos otros
inéditos. Además, de los aparecidos en el libro, se
habían publicado dos (La pintura infantil y Las historietas)
en la Revista “Mapocho” Nº 25, 1977. Estos últimos
merecieron él primer comentario crítico de Carlos
Ruiz Tagle en la revista “Qué Pasa” (30 de marzo al
5 de abril de 1978)”. Por último, multidiálogos inéditos
aparecieron, uno en la revista del Centro General
del Personal del Liceo San Agustín (CEGEPER) y otro
en la revista “Selecta”, año 2, Nº 3, 1980.
La
técnica del multidiálogo consiste en extraer la cita
textual sea de libros, revistas, diarios o diálogos
directos. No tiene punto aparte, con el fin de darle
una mayor verosimilitud a la aparente conversación.
Puede incluso transcribir párrafos distintos de un
mismo autor. El multidiálogo puede adquirir muchos
modos de exposición, lo que sin embargo, no deja de
constituir dificultad en la búsqueda de la mejor estructura:
la alternancia plural y dinámica, a la vez que coherente
e incitadora de los textos. El multidiálogo es intraducible,
puesto que su facticidad sólo puede darse a partir
de textos de un mismo idioma. Cualquier intento de
traducción deberá necesariamente alterar las citas
particulares.
Finalmente,
estamos ciertos del gran interés de esta obra jamás
intentada con anterioridad en nuestro país, por lo
que creemos su tratamiento deberá corresponder a su
tan especial naturaleza. Debido a lo expuesto ofrecemos
a continuación un afrontamiento multidialogado de
la obra.
(*)
Las expresiones de alumnos corresponden a un tercer
año de Enseñanza Media del Liceo San Agustín, escolares
a quienes doy clases de castellano.
MULTIDIALOGOS
(1978)
Juan
Antonio Massone: Quizás si acostumbrados a
escucharnos entrelos hombres y acudir a las autoridades
del pensamiento —casi todas varones— nos asombra ver
y escuchar a una mujer acerca de temas aceptados como
nuestros. Porque el tiempo, la muerte, el conocimiento,
el arte e incluso el amor los entendemos desde nuestra
perspectiva varonil, reclamándolos como pertenencias
de nuestro quehacer reflexivo.
Pepita
Turina: El libro es una prueba de todo lo
que en mi vida diaria me ha golpeado mucho. Es una
afirmación de mi lógica; Como es mucho lo que se olvida,
esta manera de escribir es un desafío contra el olvido,
un atesorar con ansia lo que no se quiere olvidar.
Mario
Contreras Vega: Una apertura hacia el yo que
muestra a la hablante dominada y preocupada por los
más variados aspectos de la vida, y yo presente y
actuante, un yo enlazado al intelecto, a la respuesta
de otros seres que, en la variedad del tiempo, han
intentado dar respuesta a sus propias dudas.
Fernando
González Urizar: Pepita Turina no afirma ni
niega. O hace lo uno y lo otro, como los visos de
una tela suntuosa expuesta a la luz cegadora de la
inteligencia.
Claudio
Solar: Al parecer, ya que el mundo, que le
rodea es de poco relieve y limitado aliento intelectual,
prefiere dialogar con los grandes.
Manuel
Fco. Mesa Seco: No se rivaliza aquí por lograr
el éxito personal, sino que se busca penetrar en una
hondura humana.
Víctor
Castro: Hay en el texto total de la obra un
fondo sólido de permanencia cultural, utilisimo y
valioso, que tiene la virtud de entregar al lector
pasajes y opiniones que sin duda habrán de consolidar
y valorizar aún más su bagaje de conocimientos humanos
y espirituales.
Juan
Antonio Massone: Importante lección para todos
aquellos que suponen los albores de la literatura
a partir de si mismos.
Fidel
Araneda Bravo: Abisma la sabiduría de Pepita
Turina. Estos MultiDiálogos se
asemejan a una enciclopedia, porque en ellos encontramos
un conjunto de conocimientos humanos sobre las materias
más diversas, expuestos en forma original y donairosa.
La autora ha leído mucho con lápiz en, mano y su talento
literario ha coloreado la palabra propia y ajena.
Carlos
R. Ibacache: Una idea inteligente, concretada
con una mujer sensible, que hace a nuestra literatura
un gran aporte, producto superior de su capacidad
investigadora.
Carlos
Ruiz Tagle: Nada más lejano al Multidiálogo
que un libro de citas famosas. Aquí no hay una intención
de deslumbrar sino que de ir a la médula. Es una labor
analítica, de hormiga analítica, que eso es Pepita
Turina.
Floridor
Pérez: Album de conocimientos no archivados,
digeridos: hechos sangre.
Manuel
Fco. Mesa Seco: La idea
está teñida de un clima helénico.
Juan
Antonio Massone: Resulta pues, muy evidente,
que dos o más pueden lograr mayor éxito en el acometimiento
de la realidad que un par de ojos aislados.
Hermelo
Arabena Williams: Refuta los conceptos ajenos
con femenina sutileza. Sus ángulos de reflexión dan
amena originalidad a su libro.
Fidel
Araneda Bravo: Pepita habla con modestia,
como si lo ignorara todo y buscara en sus interlocutores,
en general gente versada e inteligente, los conocimientos
que ella sin pretenderlo posee en alto grado.
Braulio
Arenas: Consideramos, asimismo, que Pepita
Turina debe dejarse de solicitar el apoyo y auxilio
de tantos autores “que en él mundo han sido”, para
entregarnos, en un próximo libro, su compacta versión
de algunos temas que ahora ha creído conveniente tratar
a dúo.
Pepita
Turina: Las palabras que a veces aligeran
y otras pesan, fueron siempre para mí un ala con la
que no podía volar. Me faltaba la otra. Los dialogantes
son la otra ala de mi vuelo.
Carlos
R. Ibacache: El esfuerzo de Pepita Turina
nos permitirá evaluar el pensamiento de muchos autores
convocados por ella a esta singular “mesa’ redonda”.
Nos permitirá también valorar su capacidad “ensambladora”
con los dialogantes, quienes al margen de la ficción,
parecieran estar auténticamente conversando con su
sagaz moderadora, que los lleva de uno a otro tema
con femenina habilidad.
Floridor
Pérez: Quien lee, no está solo. Así se dice,
pero podas veces la compañía del libro llega a materializarse
al punto de convertir la lectura en conversación,
como la escritora Pepita Turina lo consigue en “Multidiálógos”.
Hermelo
Arabena Williams: Franco en sus apreciaciones
y que invita a pensar.
Vicente
Mengod: No es fácil escribir MultiDiálogos,
porque los razonamientos han de estar a la altura
del interlocutor real o imaginario.
Cándido
(Enrique Lafourcade): Se discute de este mundo
y el otro. Aunque nadie discuta. Son monólogos enfrentados.
La compañía con los que monologa Pepita Turina es
excelente. Una “paella”.
Antonio
Cárdenas Tabies: Lo que hay que destacar es
el trabajo. paciencioso de esta escritora para preparar
y ordenar estos Multidiálogos, identificar, adecuar
los diversos estilos en una obra que pareciera de
arte y es verdaderamente de arte. Un libro original
que conquistará a los lectores más disímiles.
GonzaIo
Drago: Obra curiosa, interesante, cuyo género
es muy difícil definir.
Hernán
Poblete Varas: Un grato ejercicio de inteligencia
este libro. Y, además, sencillo, fácil, con esa sencillez
que dan la sabiduría y el oficio. Como para tenerlo
a la mano, abrirlo en cualquier página. Y leer, con
la seguridad de que hallaremos cosas originales y
bien dichas a la vuelta de cada hoja.
Andrés
Sabella: Pepita Turina principia por plantearse
la materia de su diálogo, pero sin dejar puerta cerrada
a las opiniones que la enriquecerán.
Pickwick
(Raúl Morales Alvarez): Esta es una obra de
hada o nigromante, muy de veras.
Modesto
Parera: A la escritora Pepita Turina le gusta
alternar con los grandes de las letras y del pensamiento,
especialmente con aquellos, que dejaron ideas importantes
sobre temas que forman la base de la vida intelectual.
Frecuenta su trato, busca la savia nutricia que se
desprende de sus reflexiones y con delectación y morosamente
la incorpora a su mundo vital.
Pepita
Turina: Mi cerebro es un ábaco sin rapidez,
que acumula cifras y da después los resultados. Los
MultiDiálogos, son esas respuestas
que no sé dar rápidamente. Cuando las preguntas están
lejos, conozco mejor las respuestas exactas. Soy
de las que vuelven una y otra vez sobre las ideas
y son perseguidas por ellas. Sólo los obsesivos tienen
la posibilidad de hacer multidiálogos.
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