MultiDiálogo sobre el matrimonio, la familia y sus prismas

Pepita Turina

EL MATRIMONIO

PTurina.—EL MATRIMONIO —unión legal de hombre y mujer— es un contrato muy reciente si lo relacionamos con la extensa historia antropológica de este planeta. Desde siempre, el aparejamiento de los seres humanos tuvo etapas decisivas en la evolución. El hombre se apartó de la naturaleza instintiva de los otros seres. La unión de las parejas, entre los primitivos habitantes tomó formas emocionales, que la civilización cauteló para ir trazando normas humanas. Surgieron ritos, ceremonias, para celebrar a los contrayentes. Las bodas reflejaron expresiones y costumbres de cada tribu, de cada región, de cada país. Significaron fiestas colectivas y las disposiciones eran estrictamente cumplidas. Los atavíos, las creencias se hicieron trascendentes. Los habitantes de la tierra, en principio eran analfabetos, el papel no se había inventado, entonces, antes que se redactaran leyes escritas, se inició la preocupación de cumplir en alguna forma con el despertar sexual. El amor y el cuidado de los hijos completó esas uniones. Y si un cacique sudamericano o un sultán árabe satisfacían con la poligamia sus impulsos sexuales, eso no quería decir que faltaba una cohesión familiar, ya que los hijos integraban las uniones de cualquier tipo que fueran. El varón es autor de la ley del matrimonio. Al redactar tal ley ¿cuál fue su idea ya que se considera que el hombre de estos siglos alfabetos tiene tendencia a huir del matrimonio? O si no huir al menos renegar de la monogamia, que le parece poco varonil. El matrimonio monógamo es una superación. Los hombres lo aceptan, sólo que hasta hoy no conciben que esté exento de aventuras extramatrimoniales. No se atribuyen que sean infidelidad los entusiasmos pasajeros. La mujer ignora, o finge ignorar, los devaneos de su cónyuge, o los acepta, segura de que ella es la principal, la madre de sus hijos, la que se ama vestida y desnuda. Las formas de relación amorosa asociadas a diferentes temperamentos y culturas, han inducido a una serie de reflexiones igualmente subordinadas a los temperamentos y a las culturas.

CástorNarvarte.—El amor está en la naturaleza del hombre. Pero no impuesto como mero instinto animal. Está brindado, propuesto... Cada uno de nosotros tiene que elegir a la mujer que va a amar, si vivir con ella y engendrar hijos. En general, toda vida está incardinada desde sus primeras exigencias, pero de nosotros depende su consumación. El amor es siempre libre, no porque elijamos, sino porque nos ofrece el cumplimiento de nuestra naturaleza en el elegir y nuestra libertad no lo será como actividad inmanente de lo que somos.

PTurina.—Más allá de ser el matrimonio una institución jurídica o religiosa, sostenida por leyes, por la moral, la filosofía, la educación y sus derivados, es una razón íntima, individual, que une a la pareja y que tiene un aspecto social y una perpetuación de la sociedad. Su fuerza de cohesión es un refuerzo de la sociedad, y si en la pareja nació la voluntad de eternizar, tanto en el anudamiento mismo como en la inmortalidad de la herencia pasada y futura, los valores morales crecen. Es casi imposible, por no decir

im po si ble mantener una sociedad firme de personas responsables sin el matrimonio y la familia. La familia es una célula de la sociedad, y, si una célula se enferma el organismo entero sufre. El derecho y la libertad de escoger es muy de ahora. Los matrimonios no arreglados por la familia, a veces desde la infancia, ya no se ven ni entre los miembros de las casas reinantes. Los matrimonios de conveniencia eran corrientes entre las familias poderosas. La riqueza y el prestigio se guardaban entre ellos mismos. Los herederos de coronas y de imperios, buscaban aparejarse para aumentar sus dominios. Isabel de Castilla y Fernando de Aragón unieron sus vidas y sus reinos. Otras veces, pensando en el futuro y en las exigencias, en las disposiciones establecidas, Napoleón Bonaparte repudió a su amada Josefina para unirse a la archiduquesa austríaca María Luisa y tener con ella hijos. Nació un débil “aguilucho” que murió adolescente, y, aunque hubiera vivido, no habría tenido trono que heredar puesto que su padre, el emperador, fue destituido. Recientemente, el último Sha de Irán, repudió a su primera mujer, porque sólo le dio hijas, a la segunda —Soraya— por esterilidad. La tercera, que cumplió con tener hijos varones, nada heredaron, porque el poderoso Sha fue destronado. Planificar el futuro familiar es incierto, y hoy, mucho más, que la celeridad de los cambios alcanza a todas las clases sociales y es necesario ir adaptándose. Los fines del matrimonio son la estabilidad, la conservación, la procreación, la perennidad de la especie humana. Y el mayor porcentaje es el de las familias bien constituidas. Los buenos hijos y los buenos padres no hacen historia, menos historia de prensa comercial y sensacionalista. Una audición televisiva demostró en Chile, no hace mucho, el caso de familias que se unían para cantar: padres, hijos, yernos, primos y otra serie de parientes, niños pequeños y abuelas. FA MI LA presentó grupos bien ordenados, que, se sobreentiende, no se unían para lucirse en la pantalla de televisión. Cantar bien en coro exige prolongada dedicación, y, ese afinamiento tan bien logrado era emocionante.

SwamiShivapremananda.—En la sociedad el matrimonio provee el medio para la disciplina, disciplina del mismo deseo sexual... Sin disciplina el hombre se autodestruye. De otra manera ¿cuál sería la diferencia entre un hombre y un animal? No creo en la libertad sexual, yo creo en la disciplina sexual, es parte de la misma vida, no podemos evitarlo... Quiero recalcar que no hablo del sexo como algo sucio, pero sigue siendo un instinto animal.

PTurina—La novia o el novio son los que están por casarse, los que sostienen relaciones amorosas en expectativas de futuro matrimonio. Y esa designación le viene a EL o ELLA en perspectivas de matrimonio solamente, o de recién casados. Novia, novio, viene de NUEVO. Y es una, palabra y un estado que gusta. Es lindo como todo lo nuevo. Y el noviazgo, el matrimonio y. sus ceremonias son una finura que adereza el acto sexual con romanticismo, con delicadeza.

DavidRenben.—Escoger marido es la decisión más crítica y urgente que una mujer puede tomar en la vida.

PTurina.—Una mujer tiene un novio, cuando está de novia. Al casarse tiene un marido; otra palabra, otro hombre. Un hombre tiene una novia cuando está de novio. Al casarse tiene una esposa, otra palabra, otra mujer. Las novias y los novios se desvanecen junto con el deslumbramiento, y viene la convivencia, donde las facetas de la singularidad de cada cual asume deberes y perspectivas diferentes, y es ineludible que esas facetas de la personalidad tengan aristas cortantes. Si los novios esperan de su unión la irreal felicidad, no sabrán apreciar las realidades que hacen exitoso el matrimonio.

JuanCarlosFoix.—El otro es verdaderamente otro, que por el hecho de casarse no deja de ser otra persona. Un sueño que se casa con otro sueño, generalmente acaba en una pesadilla.

PTurina.—Casarse es una emoción verdadera. Los contrayentes creen que van hacia la felicidad. Es una emoción verdadera inestable, porque implica la esperanza, y  la esperanza de la felicidad es la falacia que los recién casados son capaces de generar. Las distintas ceremonias religiosas con que las diferentes creencias adornan el matrimonio, desde los trajes, los ritos, los ademanes, prestan más solemnidad a la unión de las parejas. Y más que nada se habla de indisolubilidad. Leyes civiles y religiosas que mandan en diversos países así lo determinan. Las parejas ilusas tienen entonces la idea de que unirse en matrimonio es la felicidad duradera. Esas leyes soslayadoras de la imperfección y los errores humanos, amarran bajo esa condición. ¡Matrimonio indisoluble! Y el matrimonio es “soluble”, más que la sal y el azúcar en el agua. Que hay matrimonios indisolubles los hay, y más de lo que se cree. Existe el cónyuge indispensable, y el amor a los hijos sobrepasa todos los posibles conflictos.

EmilLudwig.—La cultura cristiana ha prohibido el amor sin matrimonio y ha bendecido el matrimonio sin amor.

PTurina.—En muchos casos el amor se termina, las ideas y las situaciones cambian. Mil factores disolventes amenazan el matrimonio. Entonces, las víctimas de esas causas demoledoras que han hecho solamente “temporal” su unión, no deben ser sancionadas con “perpetuidad”.

EmilLudwig.—Una palabra, dos sílabas como son boda, contienen el único medio para realizar lo imposible. Quiere decir tacto, y abarca a la vez todo lo que significa tolerancia y buen gusto. Solamente el tacto puede facilitar la transición entre las circunstancias ordinarias y las sensaciones exaltadas que brotan de dos temperamentos diferentes. Acomodarse al mismo ritmo que el otro propone o inicia es un arte que sólo se alcanza mediante la renuncia, esto es, mediante una forma de amor.

PTurina.—Los matrimonios que no se deshacen, cuyos nudos posibles de soltar fueron apretándose más y más con los hijos y los nietos, formando una sola cuerda, responden mejor a las exigencias profundas de la naturaleza humana. Eso no impide que haya una cantidad de enemigos del matrimonio y de la familia. Para aseverarlo, es posible destacar personalidades, porque dar a conocer opiniones de seres anónimos nada prueba, y es posible que se dude de tales conceptos. Jean Paul Sartre se describió a sí mismo como un niño sofocado por el mundo de los viejos. En unas páginas de la revista argentina HISTONIUM se publicó lo siguiente: “Su abuelo paterno médico en Thiviers, se había casado con la hija de un rico propietario de Périgord. Cuando el doctor Sartre se enteró al día siguiente de su matrimonio, de que había sido engañado sobre la riqueza de la familia de su esposa, decidió no hablarle más a su consorte. Y mantuvo su decisión. Le dio sin embargo, tres hijos. Jean Baptiste, el último de estos “hijos del silencio durante cuarenta años”, sería el padre de Jean Paul”.

JeanPaulSartre.—No existe un buen padre. No acusemos a los hombres, sino al lazo de paternidad, que está podrido. Concebir hijos, nada mejor, pero tenerlos, qué iniquidad. Si hubiera vivido mi padre se habría acostado literalmente sobre mí, y me habría aplastado. Por suerte murió joven.

PTurina.—Continuando con la revista HISTONIUM, reproduzco más: “Este padre, ex oficial de marina, murió a causa de una enfermedad contraída en la Cochinchina, cuando Jean Paul no tenía un año aún. La viuda, Anne Marie, sin recursos y sin trabajo, decidió volver a vivir en casa de sus padres. El abuelo materno, Charles Schweitzer, no admitía que uno se muriera a los treinta años. Consideraba la muerte del yerno una defección, una especie de repudio”.

JeanPaulSartre.—Por no haber sabido preverlo ni prevenirlo, mi madre fue considerada culpable. Tontamente se había casado con un marido que no había servido. Para obtener el perdón mi madre hizo de todo, cuidó la casa de los suyos, en Meudon y después en París, se hizo ama de llaves, enfermera, dama de compañía, sirvienta, sin desarmar nunca la muda irritación de sus padres. La muerte de mi padre fue el gran acontecimiento de mi vida. Devolvió a mi madre a sus cadenas y me dio la libertad.

PTurina.—Sartre nunca se casó. Un largo y libre aparejamiento con la escritora Simone de Beauvoir demostró que ambos eludieron el matrimonio y los hijos. Y en muchas ocasiones demostraron su repudio a esa institución. Otros escritores franceses también han estampado frases lapidarias: “Familia, yo te odio”, escribió André Gide. “No todos tienen la suerte de ser huérfanos” dijo Jules Renard. En su libro “Retrospectivas y conclusiones”, el músico ruso Igor Stravinsky responde a una pregunta muy corriente de los que se acercan a los grandes creadores: —“¿Qué lo llevó a convertirse en lo que ha sido?”, —“Mi infelicidad, que fue el resultado del alejamiento de mi padre y la falta de afecto de mi madre. Por ello resolví que algún día les mostraría que era alguien”. En una entrevista periodística se le preguntó al misógino crítico literario chileno Hernán Díaz Arrieta (Alone) —“¿Cómo define a los solteros de su edad?”

Alone.—Toda definición es difícil, porque los tipos de solterones son muchos. Forman una rama super-diferenciada. Lo natural, lo corriente, casi lo obligatorio es casarse, tener hijos. Quien se aparta de esa línea rutinaria ya revela originalidad. Algunos se quedan solteros porque tienen una profunda vida interior y nunca, ni en la soledad completa se sienten solos; su fantasía los acompaña. Otros lo hacen por exceso de amor, por vehemencia pasional, viven rodeados de mujeres, van de una en otra y no pocas veces reúnen varias. He conocido a varios de esos. Un hombre de mundo, de gran mundo que despertó amores terribles, pero que siempre le temió a la cadena conyugal. Otro, un artista lleno de ternura, delicadísimo, atrayente, pasó de idilio en idilio, hasta el fin, sin resolverse. Le tenía miedo a su sensibilidad. También los hay duros, egoístas, incapaces de sacrificio, que se aman demasiado a sí mismos y rehusan entregar una parte de su vida a otra persona. Se dan los ejemplares más antagónicos. ¿Englobarlos a todos en una sola fórmula? ¡Qué problema! La institución del matrimonio debería desaparecer. Sobre eso Simone de Beauvoir ha dicho algo definitivo. Le preguntaron si no piensa casarse con Sartre, al cual vive unida hace mil años. Contestó que ¿para qué? Ninguno de los dos pensaba separarse. Porque, una de dos: o los novios piensan en la separación y entonces deben abstenerse del matrimonio, o no piensan separarse y entonces el matrimonio está demás.

PTurina.—El matrimonio y la familia poseen flancos criticables y allí asestan sus golpes los enemigos.

AgenciaItalianaIPS (1976).—El periodista Marcelo Baraghini, autor de un libro llamado “Contra la familia, o manual de autodefensa y lucha en favor de los menores”, fue condenado aquí a un año y medio de reclusión por el delito de violencia privada, hurto y aborto. El libro de Baraghini, director de la agencia “Stampa alternativa”, tuvo una impresión de 25 mil ejemplares —que fue ahora secuestrada— y contiene consejos a los menores sobre las formas de enfrentar a sus padres... En el texto se mencionan una serie de casos en los cuales es posible denunciar a un padre ante los jueces y se aconseja a los jóvenes que piensen efectuar la denuncia, recoger pruebas testimoniales y fotografías. El libro constituye una toma de posesión contra agresiones paternales, prohibiciones sexuales o políticas; secuestros de libros, apertura de correspondencia, y contra el despotismo de los padres en general.

PTurina.—En esto de los enemigos  del matrimonió y de la familia suceden hechos que bien podrían figurar en el “increíble pero cierto”.

HenryMiller.—Desde mi punto de vista, la raíz de todos los males está en nuestros padres, en nuestros mayores. Y no me refiero de manera específica a los padres desnaturalizados e ignorantes, sino a los padres como tales.

PTurina.—Henry Miller se casó cinco veces. A los 75 años se casó con la japonesa Koki Tokuda de 29 años. ¿Aquí no cabía que la raíz de todos los males está en nuestros mayores? ¿El no se sintió mayor al lado de una joven esposa?

FrançoisGiroud.—Estoy más convencida que nunca de la necesidad de modificar el contrato matrimonial.

PTurina.—Lo dijo la secretaria del Ministerio de la Mujer en Francia, después de ver la película de Ingmar Bergman “Escenas de la vida conyugal”, que es un análisis del deterioro de las relaciones, matrimoniales. Los padres de la pareja, aunque en el filme no se les ve, inciden en esa desinteligencia, aparte de la devastadora rutina. El cineasta Bergman, a través de su carrera, siempre ha presentado dramas en que la sicología femenina está en primer plano. Siempre ha sentido curiosidad hacia la mujer y ha tratado de presentar ese misterio y ese peligro con habilidad exploratoria. Su experiencia con mujeres propias se basa en sus cinco matrimonios, y sus amores extramatrimoniales le han dado profundas vivencias. Friedrich Dürrenmatt a propósito de la entrega de su obra teatral “Play Strinberg”, basada en “La danza macabra” de August Strinberg, aduce que “el mejor de los matrimonios es un caos”. En ese drama plantea los problemas de la incomprensión, la lucha de una mujer y un hombre para lograr la supremacía del uno sobre el otro, la rivalidad de los sexos, el desamor y lo acongojante del matrimonio.

SilvioFanti.—Nada empuja al ser humano a ligarse a una persona para siempre. El hombre no habrá superado al animal sino cuando pueda vencer su soledad y aceptarla.

PTurina.—El Dr. Silvio Fanti, sicoanalista que escribió. el libro “Contra el matrimonio”, impugnándolo, dice que a los casados se les debe imponer como castigo impuestos mayores que a los solteros, y que los niños deben entregarse a instituciones que los eduquen lo más distante posible de los padres, para aminorar su influencia perniciosa Fanti ha derivado sus opiniones de sus clientes sicoanalizados. Y enfatiza que sus clientes normales le han confesado secretos indiscutibles, que le han dado la certeza de que el matrimonio es una escuela de aceptación, y que sólo dura por la fuerza de las cosas. Sicólogas, sociólogas y doctoras, en número apreciable sostienen, que las mujeres casadas recurren más a sicoterapias, porque tienen más enfermedades sicosomáticas, más temores, más depresiones que las solteras. La mujer acude a esas consultas para encontrar en esos tratamientos lo que no ha encontrado en su marido: comprensión, piedad, atención, benevolencia. No obstante, si se divorcia, quiere encontrar otro marido. Las terapéuticas salvadoras fallan con has mujeres ansiosas de buscar y encontrar su complementación.

CástorNarvarte.—El tiempo suele ser el enemigo del amor conyugal, pero también es el ámbito de su victoria y de la eternización del amor. El deber de amar en la verdad, único y verdadero deber de la emoción sincera, es el amigo, no el enemigo del amor y del matrimonio.

PTurina.—Los solterones y las solteronas entran —lo deseen o no— entre los que repelen el matrimonio? Muchas mujeres y unos pocos hombres, en el juego de la vida no han sacado esa carta de triunfo. El “no quiero casarme” oculta otra frase “no pude casarme”. Aparte de los homosexuales y las lesbianas, algunos y algunas emiten una especie de rechazo. Les falta un efluvio de atracción y no son tan escasos los hombres que han recibido el NO traumatizante de alguna mujer. Y otros, que por una de esas timideces patológicas, nunca se atrevieron a proponerlo, y, ¡cuántas de ellas! no recibieron jamás la propuesta esperada. Si los solteros y las solteras en verdad no quieren casarse, sería imposible que la agencia noticiosa AFP, desde Esparros, en los Altos Pirineos, informara a la prensa, lo sucedido en 1966.

AFP.—"La Feria de los Solteros" ha sido un éxito. El mundo está lleno de solteros y solteras que no se casan, posiblemente, porque no se encuentran. Un distintivo indicaba que deseaban casarse cada uno de esos 25.000 hombres y mujeres que invadieron esta aldea de 270 habitantes, asustados por las proporciones que tomó el anuncio de la feria... Carreteras obstruidas por el tráfico, restaurantes, cafés abarrotados. Las autoridades de Esparros no creían lo que veían sus ojos.

PTurina.—Caravanas de mujeres casaderas y solteros que quieren romper su soltería, son, hasta este año de 1985 noticia de agendas periodísticas internacionales. “En Chile hay más de cien mil solterones” recalcó el título de una crónica del diario “Las Ultimas Noticias”, en agosto de 1982. Los motivos seguramente son cien mil, porque el hombre, más que la mujer, encaja en el refrán: “El hombre se casa cuando quiere, la mujer cuando puede”. Si no ¿existirían tantas “fumadoras” con sus recitaciones, a quienes se recurre para que se presente un marido, o tantos quirománticos y astrólogos, y toda clase de embaucadores que se enriquecen con las ansias de sus clientes femeninas? Si el hombre, por decisión no se casa por miedo a ser esclavo, esa esclavitud atrae sobremanera a las mujeres.

GenevieveKnupfer.—Los solterones están sicológicamente desequilibrados.

PTurina.—Los solteros normales tienen que tener relaciones sexuales. ¿Son mejores las del prostíbulos, o las del automóvil, o las de la casa de citas?

San Pablo.—Es bueno para el hombre no tocar a la mujer, pero si no tiene dominio sobre sí mismo, que se case, porque es mejor casarse que quemarse.

PTurina.—La soltería de hombres y mujeres señala una vida incompleta. Más completa es la vida de pareja, y más con hijos. Ninguna vida estéril es envidiable. Los que alegan que está demás tener hijos, olvidan que, ellos no hubieran nacido si quienes los engendraron hubieran pensado lo mismo. Los solterones nacieron de mujer y fueron cuidados en una familia. La familia aminora el egoísmo porque induce a compartir. Disminuye el egocentrismo en quienes deben rendirse a las necesidades y atenciones hacia otros.

GeoffreyFischer.—Actualmente hay muchos jóvenes que, por diferentes razones, no contemplan el matrimonio como una posibilidad inmediata. No pueden soportar aún las responsabilidades de un hogar. No se debe dejarles pensar que la fornicación es el remedio.

PTurina.—Si hay célibes no es porque el matrimonio esté en crisis, sino porque solteros ha habido siempre, y ese número no ha crecido espectacularmente. Que el soltero puede tener “todas las mujeres que quiere” no es más que un mito. Un hombre pobre jamás conseguirá una mujer que le guste lo que el dinero da, jamás conseguirá una mujer casada fiel a su marido, jamás logrará vírgenes guardadoras de su doncellez, jamás obtendrá que vayan a su garconniere aquellas que no se solazan con esas invitaciones. Gregorio Marañón, hace años rebajó con razones de peso las condiciones del Don Juan.

CástorNarvarte.—Don Juan enamora a todas las mujeres, pero no se enamora de ninguna. Es porque él no distingue una mujer de otra. No ama, desea el goce que cualquier mujer le puede proporcionar, precisamente porque su erotismo carece de amor; el amor distingue y selecciona, el deseo sensual no. Triunfa “universalmente”. Pero la mujer no es universal como persona que merece o solicita o dispensa amor; es ésta o aquella, en cada caso diferente. Y comprendida en conjunto, no sólo hay diversas mujeres, sino diferentes tipos o clases de mujeres. Las mujeres no se enamoran, en verdad, de Don Juan —tendremos que concluir si llevamos al límite esta concepción— sino de lo animal, sensual, seductor en sentido inmediato que Don Juan tiene como nota esencial de su naturaleza demoníaca. La presa que es la mujer es una presa de juguete, mero instrumento en las manos de un jugador impotente para el amor. “Nada poseo

—confiesa el seductor— ni deseo poseer nada; no amo nada, ni nada tampoco tengo que perder”.

PTurina.—Cazar mujeres para complacerse sin ninguna obligación, es deporte de enamorado veleidoso. Un morral de aves muertas acompaña a Don Juan, después de sus aventuras. Las “gusta” como una vianda apetitosa en que después de la glotonería no queda sino un plato sucio que se retira de la vista y del paladar. Don Juan se entretiene, no retiene. Nada engendra. Hacer grávida a una mujer, es para Don Juan el peor de los castigos. El no quiere perpetuarse en amor durable. Nada que genere continuación. La seducción por horas no es amor. La alcoba no es amor, si antes de entrar en ella y después de abandonarla no hay lazos para otras situaciones. Amar a una mujer fuera del lecho quita corrupción a la preferencia. El amor viste, no desviste; está más allá de los ojos y del tacto, del tacto sensual o sexual. La mujer que se ama es la mujer necesaria, la que se recuerda y hace falta no incitante ni incitadora.

JeanGiraudoux.—Es la sola mujer que yo soportaría vestida; velada, cuya ausencia es exactamente igual a su presencia.

PTurina.—Los célibes ¿reflexionan en todo esto? ¿Comparan? ¿Cómo necesitan a la mujer? ¿Cómo la recuerdan? ¿Cómo la juzgan? El matrimonio es conservar el amor, perpetuarlo, perpetuarse. El amor conyugal debe reiterarse, permanecer, perseverar. Visto bajo el lente de los detractores del matrimonio, se produce la idea de que los matrimonios que duran es porque se soportan aburrimientos, se disimulan las decepciones, la costumbre, la rutina enmohecedora. Las amantes y los amantes “fijos” y sus hábitos también anulan la excitación, igualmente se produce carencia de espectacularidad. No es menos monótono repetir con los amantes las mismas conversaciones, gestos, besos. Y los hoteles parejeros, aún con Betamax y camas de agua tienen la frialdad de lo superficial, a pesar de los ardores de la carne. El hecho de vivir aburrido no es falla matrimonial sino humana. No se concibe un gato aburrido. Hombres y mujeres a quienes carcome el hastío se ven por oleadas, sin estar casados. Siquiera el matrimonio tiene un poder generador. La familia es una necesidad no una entretención. En uno de los cuadros de la Historieta Benitin y Eneas por Al Smith, un sacerdote lee a un amigo una carta escrita por el último joven que casó. Le dice: “Padre, lo felicitó por la bella ceremonia que puso fin a mi felicidad para siempre... " ¡Cuáles son esos agrados baladíes que tanto lamentan perder los solteros! En el matrimonio suceden mayores cambios que en la soltería. Desde ya menos insubstanciales. Los hijos crecen y cada uno proporciona otro tono a la cotidianidad. El futuro va proyectando un sinnúmero de variaciones. Contra los aburrimientos todos, contra las disoluciones, los desmembramientos, al estar bien constituida la familia es una irradiante célula social, cuyo valor persiste. Un hombre solo, una mujer sola no forman hogar, no complementan ni utilizan ese decorado.

PaulValéry.—El hombre solo está siempre en mala compañía.

PTurina.—La familia continúa siendo uno de esos valores que dan la impresión de perennidad. El matrimonio no es una fiesta y no tiene por qué ser entretenido. El matrimonio y la familia son un refugio, una complementación.

SimoneDeBeauvoir.—Pretendo ayudar a las mujeres a disipar su calidad de hijas del miedo a la soledad, a la soltería, a la vejez, al no saber qué hacer, tan exaltados en los libros donde las protagonistas son desgraciadas porque, les falta el hombre, único dispensador de la felicidad.

PTurina.—La misma que dijo esto cuando publicó “El segundo sexo”, la misma escritora que siempre fustigó el matrimonio, en su, último libro “La mujer rota”, escrito antes que muriera Sartre, su amor libre de toda la vida, según el semanario “L’Express” constituye una exhortación a las mujeres para que no descuiden el matrimonio so pena de aniquilarse. A muchas mujeres, más que la soledad les duele ser estériles, les duele no ser madres gestantes. Los hombres no padecen en esa forma, ni se sienten tan desgraciados. Como ellos solamente engendran al hijo sin llevarlo dentro de sí, la frustración es más débil. Las mujeres, al ser artistas, escritoras, en sus entregas demuestran congoja porque idealizan al hijo, como que el hijo diera so-la-men-te dicha, y da penas, desencantos y otras maldiciones de la vida. El hijo es más que un ideal, es una grandeza, una inmortalidad, una pervivencia y el mayor porcentaje de parejas lo desea. Y tanto, que la esterilidad en el matrimonio se está venciendo con hijos de probeta, inseminaciones artificiales y otros recursos con que la ciencia ha podido ayudar impedimentos biológicos. La literatura está invadida por miles de versos de poetas mujeres infecundas que cantan al hijo soñado. Chile tiene su soltera insigne —Gabriela Mistral— que en una serie de poemas mostró ansia y dolor por el hijo no habido. Escritores hombres han sentido el drama de las mujeres huérfanas de marido y de hijo. Federico García Lorca, en España, compuso dos obras sobresalientes —“Doña Rosita la soltera” y “Yerma”— representadas con éxito en el mundo hispánico y que Margarita Xirgu difundió por estas tierras.

FedericoGarcíaLorca.—Doña Rosita es la vida, mansa por fuera y requemada por dentro, de una doncella granadina que poco a poco se va convirtiendo en esa cosa

grotesca y conmovedora que es una solterona en España.

PTurina.—En Francia, el tema de la mujer soltera fue dominante en las novelas de Henry de Montherlant. Traducidas a varios idiomas se conocieron en países distantes. Esos temas, ya no se llevan al teatro ni a la literatura. Como una mayoría de mujeres célibes han tomado otros rumbos, la soltería no se presenta como un drama de frustración, sino de elección y de aventuras, en que la libertad sexual toma su parte. Las mujeres que esperaban eternamente, bordando su ajuar, al novio posible, o al que se ausentaba por algún motivo y no volvía, han desaparecido o están en vías de extinción.

ClaraRosenblut.—No hay duda que la institución del matrimonio en la actualidad se encuentra cuestionada, pero hasta la fecha, no se ha descubierto una institución capaz de reemplazarla.

PTurina.—Es una opinión favorable al matrimonio. Hay muchas otras.

LucíaSantaCruz.—Para mí ahora es tan claro que lo único obvio, lo único evidente es casarse. Lo más satisfactorio, lo que me ha dado más equilibrio como persona, lo más natural, lo más importante. Yo nunca me he sentido con más potencialidad para realizar cosas que ahora. ¡La vida tiene etapas! La época para criar niños es una etapa; es una barbaridad saltarla en aras de una profesión, es una barbaridad no aprovecharla, no vivirla.

PTurina.—Ionesco, en París, con su esposa rumana, se casó a los veinticuatro años y lleva ya más de cuarenta años de casado.

EugeneIonesco.—La pareja es el mundo mismo, son las dos mitades de la humanidad que se aman, se reúnen, que dejan de amarse, que no pueden vivir uno sin otro.

PTurina.—Fellini, el cineasta, y su esposa italiana de la clase media, alcanzan igualmente varios lustros de biencasados.

FedericoFellini y GiuliettaMasina.—La vida común entre ilusiones y spaguetti... en una palabra, la felicidad. Tuve mucha suerte en mi matrimonio con Giulietta. Tengo alguien que me comprende, que me inspira como artista y que sin  embargo, quiere saber si he comido bien o si tengo las medias húmedas cuando he filmado exteriores. Nuestra vida común está sembrada de tragedias y alegrías, de risas y de lágrimas. Hago el mercado y cocino para mi marido. En cierto modo es como si fuéramos otra vez jóvenes; es una segunda luna de miel. Para nosotros, el matrimonio ha sido el compendio de la felicidad.

PTurina.—Entre el sí y el no se equilibran algunos.

FranciscoUmbral.—Dicen que la familia se desintegra. La familia es una casa que ha estado siempre integrándose y desintegrándose, porque la familia no es una piedra de molino, una torre de iglesia, un puente romano, sino un nudo de yernos y cuñadas, de padres y de hijos, de gentes que entran y salen, que van y vienen, que se casan, hacen oposiciones o se tiran los platos a la cabeza. La familia. El error ha sido teorizar sobre la familia como una cosa estática. La familia es la casa claro, el hogar, el lar, el domo, etcétera. Pero si el hogar viene de fuego, resulta que el fuego no se está quieto y hay que estar soplándolo siempre para que no se apague, echándole madera, disgustos, trapos de la abuelita y caballos de cartón del nene.

PTurina.—Hoy, como en otros tiempos, los matrimonios durables, son un hecho. Se dan hasta en los artistas, a quienes siempre se ha considerado quebrantadores de las normas establecidas, y de cláusulas y comportamientos poco ceñidos a la moral. No ha sido por las leyes rigidas del matrimonio, ni por miedo al “qué irán”. Ninguna exigencia de ese tipo los ha inducido a mantenerse enlazados. Unidos en el arte y en la vida, con permanencia, entran en esa categoría los actores de teatro Américo Vargas con Pury Durante y Lucho Córdova con Olvido Leguía. Lucho Córdova, entrevistado un día en la televisión, dijo que le gustaría que murieran juntos, el mismo día. Su deseo no se cumplió. Ella le sobrevive. Fuera de que en Chile hay muchas parejas de “toda la vida” entre escritores en que ambos lo son, abundan otras en que la mujer o el marido no lo son, y que han mantenido y mantienen una firme unión matrimonial. Pintores y escultores igualmente. Músicos también. ¿Dar nombres? Uno de los más destacadobes matrimonios de escritores fue el de Pablo de Rokha con Winétt de Rokha. El, vociferante poeta, transmisor de palabras fuertes y duras para todo lo que no fuera su mujer y su familia, le dedicó a ella un solo su adhesión permanente de marido y de padre, sino las palabras más abundantes y de mayor relevancia de la literatura chilena. Publicó, inspirado en ella, prosa y poesía, describiéndola, destacándola, adorándola. Formó con ella una familia narcisista. En el libro “Morfología del Espanto”, en “Lengua y Sollozo” explica a sus hijos.

PabloDeRokha.—Carlos, el gran poeta niño, entre todos los Demonios del cielo y el mundo; Lukó, en la cual estalla, como un siglo, la granada azul de la pintura; Juana Inés, que encontró la cadena de jacintos divinos, que une pañales y guitarras en una y sola luz de melodía; José, el cual araña las entrañas de Dios con la caricatura; Pablo, que habrá de forjar estupendos edificios libertarios para que habiten los futuros hombres rojos: Laura, aterrándose a la orilla de un nido de perdiz edificado en la poesía; Flor, expresión del sol y el mar en un capullo...

PTurina.—Entre los poemas “Canto del Macho Anciano”, “Epitalamio”, “Obsesión del Matrimonio Provinciano”, le dice a su mujer.

PabloDeRokha.—El amor nos agarró y nos estrujó como a limones desesperados, yo ando lamiendo su ternura. Yo conozco, siento que tus raíces cándidas horadaron mi estupor. Ejemplo de mujer casada, niña de octubre y mariposa, mi corazón se está incendiando a tus pies. Soy tuyo entero, encadéname Con sollozos y alimenta con besos al animal feroz que elegiste por amo. Gimiéndote, besándote, lamiéndote, llorándote, únicamente por ti y en ti relampagueando con relámpagos de montaña, anhelando, con beso eterno, esculpirte.

PTurina.—Winétt murió y Pablo de Rokha, unos años después, se suicidó, tal vez no solamente por su viudez, sino que sin Winétt, el insoportable mundo le arañó más. Como viudo inconsolable escribió “Apoteosis”, excelsa prosa que reflejó su dolor.

PabloDeRokha.—Eternamente atado, encadenado a ti, como un perro a una montaña, aúllo a tu memoria, ensangrentando la noche tremenda, Winétt. Partido en dos, camino estupefacto, gritando, acorralado, revolcándome en el hachazo colosal, con la gran patada en el alma, y ya comprendo únicamente aquello, que se refiere a tu recuerdo. Todos están muertos contigo, y yo soy el fantasma del león que persigue en las tinieblas a la amapola degollada por la fatalidad. Perdió el sentido la tierra sangrienta y revienta de dolor la sociedad detrás de tu ataúd. Cargado de desesperación, como un animal de mendigo, araño la eternidad, desgarro la eternidad, escarbo la eternidad, desenganchándome las entrañas, violento, embrutecido, gritando-besando tu nombre inmortal, y me trago la lengua cortada, ahíto de furor inútil, yo que arrastro el espanto desesperado de haber querido y no haber podido siquiera matarme para salvarte, porque hasta el suicidio era inútil. Aquí duerme y crece para siempre la más hermosa flor de los jardines del mundo: WINETT DE ROKHA.

PTurina.—Habría que insertar, no resumidas, las treinta y seis páginas (formato grande) que componen esta prosa gimiente, para comprender mejor la desesperación de un marido, que tras décadas de matrimonio, rezuma inconsolabilidad, dolor, ternura, recuerdo, belleza, amor, idolatría. adoración, y que en ella asegura: “la seguiré llamando hasta después de muerto”. APOTEOSIS es el monumento funerario de un hombre pobre de dinero, incapaz de erigir una costosa arquitectura para su mujer muerta, pero que redactó esas palabras cumbres, en memoria de la bienamada.

AnaisNin.—El amor nunca perece de muerte natural. Muere porque no sabemos volver a colmar su fuente; muere de ceguera, errores y traiciones. Muere de enfermedad y de heridas: muere de cansancio, de marchitamientos y empañamientos.

PTurina.—El poeta francés Louis Aragon y Elsa Triolet formaron un matrimonio resonante por su duración. Una serie de entrevistas sobre ellos, se publicaban seguidamente en diarios y revistas de todas partes. Al cumplir treinta años de matrimonio, la revista francesa ELLE, destacó en páginas principalísimas un poema, titulado ELSA, que el marido, admirador y permanentemente enamorado de su mujer, escribió.

LouisAragon.—He aquí que hace ya treinta años, que soy esta sombra a tus pies / Un fiel perro negro que gira en torno a tus talones.

*

He aquí que hace ya treinta años que mi pensamiento es la sombra de tu pensamiento.

*

Qué es lo que ha dicho mi alma cuando tú la despojaste de su cáscara.
Cuando la modelaste a tu imagen y semejanza
Cuando en tus brazos supe que era un ser humano.
Cuando dejé de fingir y reír burlonamente para ser yo mismo
al tacto de tu mano

*

De todo esto sólo quedará una cosa
Un solo murmullo, un estribillo solo
Una mirada que nada reposa
Un largo gracias balbuciente
Y como un prado alegría
Niño-Dios mi idolatría
Ave sin fin de letanía
Mi eterno insomnio noche y día
Mi floración calma tardía
Oh mi razón !Oh mi folia!
Mi mes de mayo de melodía
Mi universo. Elsa vida mía.

PTurina.—Poco sirve la belleza, la juventud, el arreglo, la coquetería, lo perecedero —se medita—cuando una prestigiosa revista de modas, en que se exhiben las conquistas más recientes de lo que realza a las mujeres, donde se lucen los peinados más artísticos, los vestidos y las joyas más atrayentes, el maquillaje más perfecto, publica cuatro páginas referentes a una mujer envejecida, mal peinada y peor vestida, exaltada por su marido en la fecha aniversario de treinta años de amor, de amor conyugal.

ElsaTriolet.—Yo no quería que se publicará mi fotografía, donde se viera mi rostro sin juventud, mis cabellos blancos. Estaba convencida de que para leer este poema de amor era preferible que cada uno pudiera imaginar SU Elsa. Pero reflexioné y pensé que este rostro era el que debía mostrar a todas las mujeres, para que ellas supieran bien que un gran amor debe sobrevivir a todo, a la duración, a las arrugas, a las canas, al hábito.

PTurina.— Y pasados los cuarenta años de matrimonio Elsa siguió siendo la inspiración de su marido. Ambos eran escritores. El, uno de los iniciadores del surrealismo, ella, novelista. En los últimos cuatro años de su vida, Elsa recibía seguidamente, valiosas pruebas de amor “concretas”, traducidas en regalos valiosos: un brazalete que perteneció a Sarah Bernhardt, y una sortija que hacía un siglo Byron había hecho grabar para una de sus amadas: “A la que yo amo”. Elsa falleció y Louis Aragon dijo:

LouisAragon.—Después de la muerte de Elsa no tengo ningún deseo de vivir. Pero tengo 74 años y no viviré mucho más tiempo.

PTurina.—En 1982, Aragón cumplió su pronóstico. Muchos artículos destacaron su monogamia, pues si antes de conocer a Elsa Triolet hubo mujeres en su vida, después...

LouisAragon.—No he visto literalmente, otro rostro de mujer.

PTurina.—Otro matrimonio trascendente por su duración, el de Salvador Dalí. Sus declaraciones, las de un loco genial y estrafalario, son dignas de enmarcarse. No formó una familia, ya que no tuvo hijos. Creyó que la familia es valiosísima como estructura social, pero consideraba que los genios, o los talentos especiales, necesitan que la familia los repudie para que puedan dedicarse a. sus creaciones. La familia y los niños son en esos casos estorbantes.

SalvadorDalí.—No, no tengo hijos. Los niños me producen horror, así como los animales, como todas las cosas pequeñas que se mueven.

PTurina.—Pero, al referirse a Gala, su mujer, sus juicios eran laudatorios.

SalvadorDalí.—El amor, Gala, ha tenido una importancia decisiva en mi vida. Estaba a punto de sumirme en una enajenación, en un estado paranoico, cuando ella canalizó mis energías hacia una actividad práctica, que ha sido la base del éxito escandaloso de mi personalidad. Casi todas mis obras de tipo místico están inspiradas en mi esposa. No creo en el divorcio. Para mí la unión tiene que ser indisoluble. Y más ahora, con tanta promiscuidad, el erotismo de los hippies, y todo eso. Se producirá una reacción y volverán las grandes pasiones. “L’amour courtois”, los grandes amores duraderos.

PTurina.—Luis Buñuel, refiriéndose a Dalí, a quien conoció mucho, en sus Memorias “Mi Ultimo Suspiro” delata algo increíble.

LuisBuñuel.—Su vida sexual fue prácticamente inexistente. Era un imaginativo de tendencias ligeramente sádicas. Por completo asexuado, de joven se burlaba sin cesar de sus amigos que amaban y, buscaban a las mujeres..., hasta el día en que, desvirgado por Gala, me escribió una carta de seis páginas para explicarme a su manera las maravillas del amor sexual. Gala es la única mujer con la que ha hecho realmente el amor. Llegó a seducir a otras mujeres, sobre todo multimillonarias norteamericanas, pero se conformaba, por ejemplo, con desnudarlas en su apartamento, freír un par de huevos, colocárselos a las mujeres sobre los hombros y despedirlas sin decir palabra.

PTurina.—Para Gala, Dalí era el segundo marido. Fue casada con el poeta francés Paul Eluard. Para él, fue no sólo su única esposa, sino confesionalmente, su única mujer.

SalvadorDalí.—Todo el mundo sabe  que todo lo que admiro en una mujer está resumido en Gala. Ella es la mujer visible e invisible, el ojo que atraviesa las murallas y perfora los misterios, la descifradora de enigmas, Gala-grávida, la que ayanza, la que guía, la que lleva de la mano por el camino del amor y del conocimiento. Si Gala se muriera me gustaría comérmela. El canibalismo es una de las más evidentes manifestaciones de la ternura. Gala es la primera con quien hice  el amor. No es sólo que me gusta tanto el amor, como el hecho de que yo tenía 29 años y me creía impotente. Gala me reveló la propia verdad. Nunca he tenido relaciones sexuales con otra mujer.

PTurina.—Gala, antifeminista, le sirvió admirablemente para su vanidad de creador. Siempre dispuesto a sorprender, sus talentosas extravagancias reflejadas en sus pinturas, joyas, fotografías, la tuvieron como silenciosa espectadora.

SalvadorDalí.—Así como la mujer no tiene capacidad creadora, tiene, sin embargo,  una capacidad enorme para inspirar al hombre, para cretinizarlo, como ha sucedido en tantas ocasiones.

PTurina.—Gala lució ante el mundo, en los cuadros de su marido, y en sus palabras, repetidas en cientos de testificaciones, que descubrieron a una mujer ensalzada con mucho de irreal. Murió nonagenaria, y se hizo —según dicen— diez cirugías estéticas. ¿Para mantener la leyenda y el amor conyugal? Se las hizo porque a nadie le gusta envejecer, deteriorarse, tener un rostro resquebrajado. Gala pudo pagar las cirugías y se las hizo, como lo harían millones de mujeres para aminorar los estragos de la vejez, y lucir un rostro agradablemente mirable, más si a cada rato se debe aparecer como una diosa  en que no cabe la decadencia.

FrankCalderón.—Gala, la esposa de tantos años del pintor surrealista Salvador Dalí, a quien éste ha retratado en más de uno de sus cuadros y a quien describe como “la musa de mi inspiración”, es una mujer callada, introvertida, que se limita a ser espectadora en el mundo de Dalí, en el cual él, y sólo él, es el personaje central. De acuerdo a la forma en que Dalí se refiere a su esposa, uno la  imagina como una verdadera intelectual, capaz  de influir en la producción artística de su esposo. Sin embargo, quienes la han conocido personalmente afirman que Gala es la antítesis de la mujer que Dalí ha creado  para el público, y que en su presencia se arrincona y apenas balbucea frases.

PTurina.—Karl Marx el sociólogo que escribió los libros más incitadores, que promovieron revolucionarios  cambios políticos y sociales, cuyas ideas remecedoras trastornaron el orden mundial, fue el más quieto de los maridos. Las cartas enviadas a su esposa Jenny, demuestran el amor jamás desvanecido; Una de sus cartas íntimas,  remitida a mediados de 1856, declara en algunos párrafos:

KarlMarx.—La ausencia momentánea es buena, porque en la presencia se ven las cosas demasiado iguales para diferenciarlas. Grandes pasiones que por la cercanía de su objeto toman la forma de pequeños hábitos  crecen y vuelven a alcanzar su tamaño natural por el efecto mágico de la distancia. Así sucede con mi amor. Tú no necesitas más que apartarte de mi sueño, para que yo sepa enseguida que el tiempo sólo le ha servido como sirven el sol y la lluvia a las plantas, para su crecimiento. Mi amor por ti en cuanto estás lejos, aparece como lo que  es, un gigante en que se concentran toda la energía de mi espíritu y todo el carácter de mi corazón. En el mundo, en verdad, hay muchas mujeres, y algunas de ellas son hermosas. ¿Pero dónde puedo encontrar otra vez un rostro donde cada rasgo, hasta cada arruga despierte los más grandes y dulces recuerdos  de mi vida? Adiós dulce corazón mío. Te beso muchas mil veces y a los niños.

PTurina.—En 1878, Jenny enfermó de un mal doloroso y mortal. Marx la cuidó durante tres años, y, convaleciente de una bronconeumonía, el médico le prohibe asistir a los funerales. Sólo un año y tres meses nada más sobrevive a su mujer. Entremedio, otro duelo lo aflige; repentinamente fallece la hija mayor, igualmente llamada Jenny. Karl Marx no se recupera más, ni de la congoja por perder a dos seres amados, ni de la bronquitis cogida durante la enfermedad de su esposa.

SantiagoRiescoMacClure.—El matrimonio  no une sino la unión hace el matrimonio.

PTurina.—Entre la correspondencia de amor, el biógrafo del Presidente Harry Truman —Robert Ferrell— da a conocer las mil cartas que le escribió a Bess, desde que era un anónimo granjero, hasta un lustro después de haber dejado de ser Presidente de los Estados Unidos de Norte América. Se conocieron de niños. Asistieron a la misma escuela. En la adolescencia se despertó el amor y, cerca de los treinta años se casaron. Aparte de sus confidencias políticas y de otra especie, Truman evidencia el deseo de escribir y de recibir cartas de su “Dear Bess”. Se quejaba de las demoras.

HarryTruman.—Sólo he recibido una carta tuya desde que llegué. Reviso cuidadosamente cada valija de correos que me llega. Pero hasta ahora no he tenido mucha suerte. Realmente me encanta saber de ti. Me gusta tanto recibir cartas tuyas que hago todo lo posible por merecerlas; porque realmente disfruto de tus misivas, aunque tú las llames notas; por favor no tardes tanto en escribir. Me encanta ver una carta tuya, así esté escrita en papel de envolver o en el papel más fino que exista.

PTurina.—En 1982, millones de personas, vieron en los diarios del mundo la fotografía del príncipe Rainiero de Mónaco, ayudado por dos de sus hijos, descendiendo los peldaños de la Catedral monegasca, en los funerales de su mujer, la princesa Grace, en que el monarca, visiblemente afectado, sobrecogía por la demostración de su dolor. Después de veintiséis años de matrimonio, en la entrevista que la BBC de Londres hizo a la enfermera que atendió los últimos instantes de Grace Kelly, se escuchó…

Enfermera.—Nunca vi envejecer 15 años en un minuto, a un hombre al recibir la noticia de la muerte de su esposa.

PTurina.—El domingo 6 de marzo de 1983, el diario “La Tercera de la Hora”, publicó la foto-impacto enviada por UPI-UNIFAX, con la noticia del suicidio del escritor de origen húngaro Arthur Koestler, de 77 años, y de su esposa Cynthya, de 50. El, alterado por el mal de Parkinson, decidió poner en práctica lo que predica la sociedad para la Eutanasia Voluntaria, de la que era vicepresidente honorario. Su esposa, sana, se unió a él para cometer el doble suicidio. Koestler había tenido antes dos mujeres, pero la última fue la compañera de los años finales y se unió a él para la vida y la muerte.


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© Karen P. Müller Turina