EL MATRIMONIO
PTurina.—EL MATRIMONIO —unión legal de hombre
y mujer— es un contrato muy reciente si lo relacionamos
con la extensa historia antropológica de este
planeta. Desde siempre, el aparejamiento de
los seres humanos tuvo etapas decisivas en la
evolución. El hombre se apartó de la naturaleza
instintiva de los otros seres. La unión de las
parejas, entre los primitivos habitantes tomó
formas emocionales, que la civilización cauteló
para ir trazando normas humanas. Surgieron ritos,
ceremonias, para celebrar a los contrayentes.
Las bodas reflejaron expresiones y costumbres
de cada tribu, de cada región, de cada país.
Significaron fiestas colectivas y las disposiciones
eran estrictamente cumplidas. Los atavíos, las
creencias se hicieron trascendentes. Los habitantes
de la tierra, en principio eran analfabetos,
el papel no se había inventado, entonces, antes
que se redactaran leyes escritas, se inició
la preocupación de cumplir en alguna forma con
el despertar sexual. El amor y el cuidado de
los hijos completó esas uniones. Y si un cacique
sudamericano o un sultán árabe satisfacían con
la poligamia sus impulsos sexuales, eso no quería
decir que faltaba una cohesión familiar, ya
que los hijos integraban las uniones de cualquier
tipo que fueran. El varón es autor de la ley
del matrimonio. Al redactar tal ley ¿cuál fue
su idea ya que se considera que el hombre de
estos siglos alfabetos tiene tendencia a huir
del matrimonio? O si no huir al menos renegar
de la monogamia, que le parece poco varonil.
El matrimonio monógamo es una superación. Los
hombres lo aceptan, sólo que hasta hoy no conciben
que esté exento de aventuras extramatrimoniales.
No se atribuyen que sean infidelidad los entusiasmos
pasajeros. La mujer ignora, o finge ignorar,
los devaneos de su cónyuge, o los acepta, segura
de que ella es la principal, la madre de sus
hijos, la que se ama vestida y desnuda. Las
formas de relación amorosa asociadas a diferentes
temperamentos y culturas, han inducido a una
serie de reflexiones igualmente subordinadas
a los temperamentos y a las culturas.
CástorNarvarte.—El amor está en la naturaleza del hombre.
Pero no impuesto como mero instinto animal.
Está brindado, propuesto... Cada uno de nosotros
tiene que elegir a la mujer que va a amar, si
vivir con ella y engendrar hijos. En general,
toda vida está incardinada desde sus primeras
exigencias, pero de nosotros depende su consumación.
El amor es siempre libre, no porque elijamos,
sino porque nos ofrece el cumplimiento de nuestra
naturaleza en el elegir y nuestra libertad no
lo será como actividad inmanente de lo que somos.
PTurina.—Más allá de ser el matrimonio una institución
jurídica o religiosa, sostenida por leyes, por
la moral, la filosofía, la educación y sus derivados,
es una razón íntima, individual, que une a la
pareja y que tiene un aspecto social y una perpetuación
de la sociedad. Su fuerza de cohesión es un
refuerzo de la sociedad, y si en la pareja nació
la voluntad de eternizar, tanto en el anudamiento
mismo como en la inmortalidad de la herencia
pasada y futura, los valores morales crecen.
Es casi imposible, por no decir
im po si ble mantener una sociedad firme de personas
responsables sin el matrimonio y la familia.
La familia es una célula de la sociedad, y,
si una célula se enferma el organismo entero
sufre. El derecho y la libertad de escoger es
muy de ahora. Los matrimonios no arreglados
por la familia, a veces desde la infancia, ya
no se ven ni entre los miembros de las casas
reinantes. Los matrimonios de conveniencia eran
corrientes entre las familias poderosas. La
riqueza y el prestigio se guardaban entre ellos
mismos. Los herederos de coronas y de imperios,
buscaban aparejarse para aumentar sus dominios.
Isabel de Castilla y Fernando de Aragón unieron
sus vidas y sus reinos. Otras veces, pensando
en el futuro y en las exigencias, en las disposiciones
establecidas, Napoleón Bonaparte repudió a su
amada Josefina para unirse a la archiduquesa
austríaca María Luisa y tener con ella hijos.
Nació un débil “aguilucho” que murió adolescente,
y, aunque hubiera vivido, no habría tenido trono
que heredar puesto que su padre, el emperador,
fue destituido. Recientemente, el último Sha
de Irán, repudió a su primera mujer, porque
sólo le dio hijas, a la segunda —Soraya— por
esterilidad. La tercera, que cumplió con tener
hijos varones, nada heredaron, porque el poderoso
Sha fue destronado. Planificar el futuro familiar
es incierto, y hoy, mucho más, que la celeridad
de los cambios alcanza a todas las clases sociales
y es necesario ir adaptándose. Los fines del
matrimonio son la estabilidad, la conservación,
la procreación, la perennidad de la especie
humana. Y el mayor porcentaje es el de las familias
bien constituidas. Los buenos hijos y los buenos
padres no hacen historia, menos historia de
prensa comercial y sensacionalista. Una audición
televisiva demostró en Chile, no hace mucho,
el caso de familias que se unían para cantar:
padres, hijos, yernos, primos y otra serie de
parientes, niños pequeños y abuelas. FA MI LA
presentó grupos bien ordenados, que, se sobreentiende,
no se unían para lucirse en la pantalla de televisión.
Cantar bien en coro exige prolongada dedicación,
y, ese afinamiento tan bien logrado era emocionante.
SwamiShivapremananda.—En la sociedad el matrimonio provee
el medio para la disciplina, disciplina del
mismo deseo sexual... Sin disciplina el hombre
se autodestruye. De otra manera ¿cuál sería
la diferencia entre un hombre y un animal? No
creo en la libertad sexual, yo creo en la disciplina
sexual, es parte de la misma vida, no podemos
evitarlo... Quiero recalcar que no hablo del
sexo como algo sucio, pero sigue siendo un instinto
animal.
PTurina—La novia o el novio son los que están
por casarse, los que sostienen relaciones amorosas
en expectativas de futuro matrimonio. Y esa
designación le viene a EL o ELLA en perspectivas
de matrimonio solamente, o de recién casados.
Novia, novio, viene de NUEVO. Y es una, palabra
y un estado que gusta. Es lindo como todo lo
nuevo. Y el noviazgo, el matrimonio y. sus ceremonias
son una finura que adereza el acto sexual con
romanticismo, con delicadeza.
DavidRenben.—Escoger marido es la decisión más crítica
y urgente que una mujer puede tomar en la vida.
PTurina.—Una mujer tiene un novio, cuando está
de novia. Al casarse tiene un marido; otra palabra,
otro hombre. Un hombre tiene una novia cuando
está de novio. Al casarse tiene una esposa,
otra palabra, otra mujer. Las novias y los novios
se desvanecen junto con el deslumbramiento,
y viene la convivencia, donde las facetas de
la singularidad de cada cual asume deberes y
perspectivas diferentes, y es ineludible que
esas facetas de la personalidad tengan aristas
cortantes. Si los novios esperan de su unión
la irreal felicidad, no sabrán apreciar las
realidades que hacen exitoso el matrimonio.
JuanCarlosFoix.—El otro es verdaderamente otro, que
por el hecho de casarse no deja de ser otra
persona. Un sueño que se casa con otro sueño,
generalmente acaba en una pesadilla.
PTurina.—Casarse es una emoción verdadera.
Los contrayentes creen que van hacia la felicidad.
Es una emoción verdadera inestable, porque implica
la esperanza, y la esperanza de la felicidad
es la falacia que los recién casados son capaces
de generar. Las distintas ceremonias religiosas
con que las diferentes creencias adornan el
matrimonio, desde los trajes, los ritos, los
ademanes, prestan más solemnidad a la unión
de las parejas. Y más que nada se habla de indisolubilidad.
Leyes civiles y religiosas que mandan en diversos
países así lo determinan. Las parejas ilusas
tienen entonces la idea de que unirse en matrimonio
es la felicidad duradera. Esas leyes soslayadoras
de la imperfección y los errores humanos, amarran
bajo esa condición. ¡Matrimonio indisoluble!
Y el matrimonio es “soluble”, más que la sal
y el azúcar en el agua. Que hay matrimonios
indisolubles los hay, y más de lo que se cree.
Existe el cónyuge indispensable, y el amor a
los hijos sobrepasa todos los posibles conflictos.
EmilLudwig.—La cultura cristiana ha prohibido el
amor sin matrimonio y ha bendecido el matrimonio
sin amor.
PTurina.—En muchos casos el amor se termina,
las ideas y las situaciones cambian. Mil factores
disolventes amenazan el matrimonio. Entonces,
las víctimas de esas causas demoledoras que
han hecho solamente “temporal” su unión, no
deben ser sancionadas con “perpetuidad”.
EmilLudwig.—Una palabra, dos sílabas como son boda,
contienen el único medio para realizar lo imposible.
Quiere decir tacto, y abarca a la vez todo lo
que significa tolerancia y buen gusto. Solamente
el tacto puede facilitar la transición entre
las circunstancias ordinarias y las sensaciones
exaltadas que brotan de dos temperamentos diferentes.
Acomodarse al mismo ritmo que el otro propone
o inicia es un arte que sólo se alcanza mediante
la renuncia, esto es, mediante una forma de
amor.
PTurina.—Los matrimonios que no se deshacen,
cuyos nudos posibles de soltar fueron apretándose
más y más con los hijos y los nietos, formando
una sola cuerda, responden mejor a las exigencias
profundas de la naturaleza humana. Eso no impide
que haya una cantidad de enemigos del matrimonio
y de la familia. Para aseverarlo, es posible
destacar personalidades, porque dar a conocer
opiniones de seres anónimos nada prueba, y es
posible que se dude de tales conceptos. Jean
Paul Sartre se describió a sí mismo como un
niño sofocado por el mundo de los viejos. En
unas páginas de la revista argentina HISTONIUM
se publicó lo siguiente: “Su abuelo paterno
médico en Thiviers, se había casado con la hija
de un rico propietario de Périgord. Cuando el
doctor Sartre se enteró al día siguiente de
su matrimonio, de que había sido engañado sobre
la riqueza de la familia de su esposa, decidió
no hablarle más a su consorte. Y mantuvo su
decisión. Le dio sin embargo, tres hijos. Jean
Baptiste, el último de estos “hijos del silencio
durante cuarenta años”, sería el padre de Jean
Paul”.
JeanPaulSartre.—No existe un buen padre. No acusemos
a los hombres, sino al lazo de paternidad, que
está podrido. Concebir hijos, nada mejor, pero
tenerlos, qué iniquidad. Si hubiera vivido mi
padre se habría acostado literalmente sobre
mí, y me habría aplastado. Por suerte murió
joven.
PTurina.—Continuando con la revista HISTONIUM,
reproduzco más: “Este padre, ex oficial de marina,
murió a causa de una enfermedad contraída en
la Cochinchina, cuando Jean Paul no tenía un
año aún. La viuda, Anne Marie, sin recursos
y sin trabajo, decidió volver a vivir en casa
de sus padres. El abuelo materno, Charles Schweitzer,
no admitía que uno se muriera a los treinta
años. Consideraba la muerte del yerno una defección,
una especie de repudio”.
JeanPaulSartre.—Por no haber sabido preverlo ni prevenirlo,
mi madre fue considerada culpable. Tontamente
se había casado con un marido que no había servido.
Para obtener el perdón mi madre hizo de todo,
cuidó la casa de los suyos, en Meudon y después
en París, se hizo ama de llaves, enfermera,
dama de compañía, sirvienta, sin desarmar nunca
la muda irritación de sus padres. La muerte
de mi padre fue el gran acontecimiento de mi
vida. Devolvió a mi madre a sus cadenas y me
dio la libertad.
PTurina.—Sartre nunca se casó. Un largo y libre
aparejamiento con la escritora Simone de Beauvoir
demostró que ambos eludieron el matrimonio y
los hijos. Y en muchas ocasiones demostraron
su repudio a esa institución. Otros escritores
franceses también han estampado frases lapidarias:
“Familia, yo te odio”, escribió André Gide.
“No todos tienen la suerte de ser huérfanos”
dijo Jules Renard. En su libro “Retrospectivas
y conclusiones”, el músico ruso Igor Stravinsky
responde a una pregunta muy corriente de los
que se acercan a los grandes creadores: —“¿Qué
lo llevó a convertirse en lo que ha sido?”,
—“Mi infelicidad, que fue el resultado del alejamiento
de mi padre y la falta de afecto de mi madre.
Por ello resolví que algún día les mostraría
que era alguien”. En una entrevista periodística
se le preguntó al misógino crítico literario
chileno Hernán Díaz Arrieta (Alone) —“¿Cómo
define a los solteros de su edad?”
Alone.—Toda definición es difícil, porque
los tipos de solterones son muchos. Forman una
rama super-diferenciada. Lo natural, lo corriente,
casi lo obligatorio es casarse, tener hijos.
Quien se aparta de esa línea rutinaria ya revela
originalidad. Algunos se quedan solteros porque
tienen una profunda vida interior y nunca, ni
en la soledad completa se sienten solos; su
fantasía los acompaña. Otros lo hacen por exceso
de amor, por vehemencia pasional, viven rodeados
de mujeres, van de una en otra y no pocas veces
reúnen varias. He conocido a varios de esos.
Un hombre de mundo, de gran mundo que despertó
amores terribles, pero que siempre le temió
a la cadena conyugal. Otro, un artista lleno
de ternura, delicadísimo, atrayente, pasó de
idilio en idilio, hasta el fin, sin resolverse.
Le tenía miedo a su sensibilidad. También los
hay duros, egoístas, incapaces de sacrificio,
que se aman demasiado a sí mismos y rehusan
entregar una parte de su vida a otra persona.
Se dan los ejemplares más antagónicos. ¿Englobarlos
a todos en una sola fórmula? ¡Qué problema!
La institución del matrimonio debería desaparecer.
Sobre eso Simone de Beauvoir ha dicho algo definitivo.
Le preguntaron si no piensa casarse con Sartre,
al cual vive unida hace mil años. Contestó que
¿para qué? Ninguno de los dos pensaba separarse.
Porque, una de dos: o los novios piensan en
la separación y entonces deben abstenerse del
matrimonio, o no piensan separarse y entonces
el matrimonio está demás.
PTurina.—El matrimonio y la familia poseen flancos
criticables y allí asestan sus golpes los enemigos.
AgenciaItalianaIPS (1976).—El periodista Marcelo Baraghini, autor
de un libro llamado “Contra la familia, o manual
de autodefensa y lucha en favor de los menores”,
fue condenado aquí a un año y medio de reclusión
por el delito de violencia privada, hurto y
aborto. El libro de Baraghini, director de la
agencia “Stampa alternativa”, tuvo una impresión
de 25 mil ejemplares —que fue ahora secuestrada—
y contiene consejos a los menores sobre las
formas de enfrentar a sus padres... En el texto
se mencionan una serie de casos en los cuales
es posible denunciar a un padre ante los jueces
y se aconseja a los jóvenes que piensen efectuar
la denuncia, recoger pruebas testimoniales y
fotografías. El libro constituye una toma de
posesión contra agresiones paternales, prohibiciones
sexuales o políticas; secuestros de libros,
apertura de correspondencia, y contra el despotismo
de los padres en general.
PTurina.—En esto de los enemigos del
matrimonió y de la familia suceden hechos que
bien podrían figurar en el “increíble pero cierto”.
HenryMiller.—Desde mi punto de vista, la raíz de
todos los males está en nuestros padres, en
nuestros mayores. Y no me refiero de manera
específica a los padres desnaturalizados e ignorantes,
sino a los padres como tales.
PTurina.—Henry Miller se casó cinco veces. A
los 75 años se casó con la japonesa Koki Tokuda
de 29 años. ¿Aquí no cabía que la raíz de todos
los males está en nuestros mayores? ¿El no se
sintió mayor al lado de una joven esposa?
FrançoisGiroud.—Estoy más convencida que nunca de la
necesidad de modificar el contrato matrimonial.
PTurina.—Lo dijo la secretaria del Ministerio
de la Mujer en Francia, después de ver la película
de Ingmar Bergman “Escenas de la vida conyugal”,
que es un análisis del deterioro de las relaciones,
matrimoniales. Los padres de la pareja, aunque
en el filme no se les ve, inciden en esa desinteligencia,
aparte de la devastadora rutina. El cineasta
Bergman, a través de su carrera, siempre ha
presentado dramas en que la sicología femenina
está en primer plano. Siempre ha sentido curiosidad
hacia la mujer y ha tratado de presentar ese
misterio y ese peligro con habilidad exploratoria.
Su experiencia con mujeres propias se basa en
sus cinco matrimonios, y sus amores extramatrimoniales
le han dado profundas vivencias. Friedrich Dürrenmatt
a propósito de la entrega de su obra teatral
“Play Strinberg”, basada en “La danza macabra”
de August Strinberg, aduce que “el mejor de
los matrimonios es un caos”. En ese drama plantea
los problemas de la incomprensión, la lucha
de una mujer y un hombre para lograr la supremacía
del uno sobre el otro, la rivalidad de los sexos,
el desamor y lo acongojante del matrimonio.
SilvioFanti.—Nada empuja al ser humano a ligarse
a una persona para siempre. El hombre no habrá
superado al animal sino cuando pueda vencer
su soledad y aceptarla.
PTurina.—El Dr. Silvio Fanti, sicoanalista que
escribió. el libro “Contra el matrimonio”, impugnándolo,
dice que a los casados se les debe imponer como
castigo impuestos mayores que a los solteros,
y que los niños deben entregarse a instituciones
que los eduquen lo más distante posible de los padres, para aminorar su influencia perniciosa
Fanti ha derivado sus opiniones de sus clientes
sicoanalizados. Y enfatiza que sus clientes
normales le han confesado secretos indiscutibles,
que le han dado la certeza de que el matrimonio
es una escuela de aceptación, y que sólo dura
por la fuerza de las cosas. Sicólogas, sociólogas
y doctoras, en número apreciable sostienen,
que las mujeres casadas recurren más a sicoterapias,
porque tienen más enfermedades sicosomáticas,
más temores, más depresiones que las solteras.
La mujer acude a esas consultas para encontrar
en esos tratamientos lo que no ha encontrado
en su marido: comprensión, piedad, atención,
benevolencia. No obstante, si se divorcia, quiere
encontrar otro marido. Las terapéuticas salvadoras
fallan con has mujeres ansiosas de buscar y
encontrar su complementación.
CástorNarvarte.—El tiempo suele ser el enemigo del
amor conyugal, pero también es el ámbito de
su victoria y de la eternización del amor. El
deber de amar en la verdad, único y verdadero
deber de la emoción sincera, es el amigo, no
el enemigo del amor y del matrimonio.
PTurina.—Los solterones y las solteronas entran
—lo deseen o no— entre los que repelen el matrimonio?
Muchas mujeres y unos pocos hombres, en el juego
de la vida no han sacado esa carta de triunfo.
El “no quiero casarme” oculta otra frase “no
pude casarme”. Aparte de los homosexuales y
las lesbianas, algunos y algunas emiten una
especie de rechazo. Les falta un efluvio de
atracción y no son tan escasos los hombres que
han recibido el NO traumatizante de alguna mujer.
Y otros, que por una de esas timideces patológicas,
nunca se atrevieron a proponerlo, y, ¡cuántas
de ellas! no recibieron jamás la propuesta esperada.
Si los solteros y las solteras en verdad no
quieren casarse, sería imposible que la agencia
noticiosa AFP, desde Esparros, en los Altos
Pirineos, informara a la prensa, lo sucedido
en 1966.
AFP.—"La Feria de los Solteros"
ha sido un éxito. El mundo está lleno de solteros
y solteras que no se casan, posiblemente, porque
no se encuentran. Un distintivo indicaba que
deseaban casarse cada uno de esos 25.000 hombres
y mujeres que invadieron esta aldea de 270 habitantes,
asustados por las proporciones que tomó el anuncio
de la feria... Carreteras obstruidas por el
tráfico, restaurantes, cafés abarrotados. Las
autoridades de Esparros no creían lo que veían
sus ojos.
PTurina.—Caravanas de mujeres casaderas y solteros
que quieren romper su soltería, son, hasta este
año de 1985 noticia de agendas periodísticas
internacionales. “En Chile hay más de cien mil
solterones” recalcó el título de una crónica
del diario “Las Ultimas Noticias”, en agosto
de 1982. Los motivos seguramente son cien mil,
porque el hombre, más que la mujer, encaja en
el refrán: “El hombre se casa cuando quiere,
la mujer cuando puede”. Si no ¿existirían tantas
“fumadoras” con sus recitaciones, a quienes
se recurre para que se presente un marido, o
tantos quirománticos y astrólogos, y toda clase
de embaucadores que se enriquecen con las ansias
de sus clientes femeninas? Si el hombre, por
decisión no se casa por miedo a ser esclavo,
esa esclavitud atrae sobremanera a las mujeres.
GenevieveKnupfer.—Los solterones están sicológicamente
desequilibrados.
PTurina.—Los solteros normales tienen que tener
relaciones sexuales. ¿Son mejores las del prostíbulos,
o las del automóvil, o las de la casa de citas?
San Pablo.—Es bueno para el hombre no tocar a
la mujer, pero si no tiene dominio sobre sí
mismo, que se case, porque es mejor casarse
que quemarse.
PTurina.—La soltería de hombres y mujeres señala
una vida incompleta. Más completa es la vida
de pareja, y más con hijos. Ninguna vida estéril
es envidiable. Los que alegan que está demás
tener hijos, olvidan que, ellos no hubieran
nacido si quienes los engendraron hubieran pensado
lo mismo. Los solterones nacieron de mujer y
fueron cuidados en una familia. La familia aminora
el egoísmo porque induce a compartir. Disminuye
el egocentrismo en quienes deben rendirse a
las necesidades y atenciones hacia otros.
GeoffreyFischer.—Actualmente hay muchos jóvenes que,
por diferentes razones, no contemplan el matrimonio
como una posibilidad inmediata. No pueden soportar
aún las responsabilidades de un hogar. No se
debe dejarles pensar que la fornicación es el
remedio.
PTurina.—Si hay célibes no es porque el matrimonio
esté en crisis, sino porque solteros ha habido
siempre, y ese número no ha crecido espectacularmente.
Que el soltero puede tener “todas las mujeres
que quiere” no es más que un mito. Un hombre
pobre jamás conseguirá una mujer que le guste
lo que el dinero da, jamás conseguirá una mujer
casada fiel a su marido, jamás logrará vírgenes
guardadoras de su doncellez, jamás obtendrá
que vayan a su garconniere aquellas que no se
solazan con esas invitaciones. Gregorio Marañón,
hace años rebajó con razones de peso las condiciones
del Don Juan.
CástorNarvarte.—Don Juan enamora a todas las mujeres,
pero no se enamora de ninguna. Es porque él
no distingue una mujer de otra. No ama, desea
el goce que cualquier mujer le puede proporcionar,
precisamente porque su erotismo carece de amor;
el amor distingue y selecciona, el deseo sensual
no. Triunfa “universalmente”. Pero la mujer
no es universal como persona que merece o solicita
o dispensa amor; es ésta o aquella, en cada
caso diferente. Y comprendida en conjunto, no
sólo hay diversas mujeres, sino diferentes tipos
o clases de mujeres. Las mujeres no se enamoran,
en verdad, de Don Juan —tendremos que concluir
si llevamos al límite esta concepción— sino
de lo animal, sensual, seductor en sentido inmediato
que Don Juan tiene como nota esencial de su
naturaleza demoníaca. La presa que es la mujer
es una presa de juguete, mero instrumento en
las manos de un jugador impotente para el amor.
“Nada poseo
—confiesa el seductor— ni deseo poseer nada; no
amo nada, ni nada tampoco tengo que perder”.
PTurina.—Cazar mujeres para complacerse sin
ninguna obligación, es deporte de enamorado
veleidoso. Un morral de aves muertas acompaña
a Don Juan, después de sus aventuras. Las “gusta”
como una vianda apetitosa en que después de
la glotonería no queda sino un plato sucio que
se retira de la vista y del paladar. Don Juan
se entretiene, no retiene. Nada engendra. Hacer
grávida a una mujer, es para Don Juan el peor
de los castigos. El no quiere perpetuarse en
amor durable. Nada que genere continuación.
La seducción por horas no es amor. La alcoba
no es amor, si antes de entrar en ella y después
de abandonarla no hay lazos para otras situaciones.
Amar a una mujer fuera del lecho quita corrupción
a la preferencia. El amor viste, no desviste;
está más allá de los ojos y del tacto, del tacto
sensual o sexual. La mujer que se ama es la
mujer necesaria, la que se recuerda y hace falta
no incitante ni incitadora.
JeanGiraudoux.—Es la sola mujer que yo soportaría
vestida; velada, cuya ausencia es exactamente
igual a su presencia.
PTurina.—Los célibes ¿reflexionan en todo esto?
¿Comparan? ¿Cómo necesitan a la mujer? ¿Cómo
la recuerdan? ¿Cómo la juzgan? El matrimonio
es conservar el amor, perpetuarlo, perpetuarse.
El amor conyugal debe reiterarse, permanecer,
perseverar. Visto bajo el lente de los detractores
del matrimonio, se produce la idea de que los
matrimonios que duran es porque se soportan
aburrimientos, se disimulan las decepciones,
la costumbre, la rutina enmohecedora. Las amantes
y los amantes “fijos” y sus hábitos también
anulan la excitación, igualmente se produce
carencia de espectacularidad. No es menos monótono
repetir con los amantes las mismas conversaciones,
gestos, besos. Y los hoteles parejeros, aún
con Betamax y camas de agua tienen la frialdad
de lo superficial, a pesar de los ardores de
la carne. El hecho de vivir aburrido no es falla
matrimonial sino humana. No se concibe un gato
aburrido. Hombres y mujeres a quienes carcome
el hastío se ven por oleadas, sin estar casados.
Siquiera el matrimonio tiene un poder generador.
La familia es una necesidad no una entretención.
En uno de los cuadros de la Historieta Benitin
y Eneas por Al Smith, un sacerdote lee a un
amigo una carta escrita por el último joven
que casó. Le dice: “Padre, lo felicitó por la
bella ceremonia que puso fin a mi felicidad
para siempre... " ¡Cuáles son esos agrados
baladíes que tanto lamentan perder los solteros!
En el matrimonio suceden mayores cambios que
en la soltería. Desde ya menos insubstanciales.
Los hijos crecen y cada uno proporciona otro
tono a la cotidianidad. El futuro va proyectando
un sinnúmero de variaciones. Contra los aburrimientos
todos, contra las disoluciones, los desmembramientos,
al estar bien constituida la familia es una
irradiante célula social, cuyo valor persiste.
Un hombre solo, una mujer sola no forman hogar,
no complementan ni utilizan ese decorado.
PaulValéry.—El hombre solo está siempre en mala
compañía.
PTurina.—La familia continúa siendo uno de esos
valores que dan la impresión de perennidad.
El matrimonio no es una fiesta y no tiene por
qué ser entretenido. El matrimonio y la familia
son un refugio, una complementación.
SimoneDeBeauvoir.—Pretendo ayudar a las mujeres a disipar
su calidad de hijas del miedo a la soledad,
a la soltería, a la vejez, al no saber qué hacer,
tan exaltados en los libros donde las protagonistas
son desgraciadas porque, les falta el hombre,
único dispensador de la felicidad.
PTurina.—La misma que dijo esto cuando publicó
“El segundo sexo”, la misma escritora que siempre
fustigó el matrimonio, en su, último libro “La
mujer rota”, escrito antes que muriera Sartre,
su amor libre de toda la vida, según el semanario
“L’Express” constituye una exhortación a las
mujeres para que no descuiden el matrimonio
so pena de aniquilarse. A muchas mujeres, más
que la soledad les duele ser estériles, les
duele no ser madres gestantes. Los hombres no
padecen en esa forma, ni se sienten tan desgraciados.
Como ellos solamente engendran al hijo sin llevarlo
dentro de sí, la frustración es más débil. Las
mujeres, al ser artistas, escritoras, en sus
entregas demuestran congoja porque idealizan
al hijo, como que el hijo diera so-la-men-te
dicha, y da penas, desencantos y otras maldiciones
de la vida. El hijo es más que un ideal, es
una grandeza, una inmortalidad, una pervivencia
y el mayor porcentaje de parejas lo desea. Y
tanto, que la esterilidad en el matrimonio se
está venciendo con hijos de probeta, inseminaciones
artificiales y otros recursos con que la ciencia
ha podido ayudar impedimentos biológicos. La
literatura está invadida por miles de versos
de poetas mujeres infecundas que cantan al hijo
soñado. Chile tiene su soltera insigne —Gabriela
Mistral— que en una serie de poemas mostró ansia
y dolor por el hijo no habido. Escritores hombres
han sentido el drama de las mujeres huérfanas
de marido y de hijo. Federico García Lorca,
en España, compuso dos obras sobresalientes
—“Doña Rosita la soltera” y “Yerma”— representadas
con éxito en el mundo hispánico y que Margarita
Xirgu difundió por estas tierras.
FedericoGarcíaLorca.—Doña Rosita es la vida, mansa por fuera
y requemada por dentro, de una doncella granadina
que poco a poco se va convirtiendo en esa cosa
grotesca y conmovedora que es una solterona en España.
PTurina.—En Francia, el tema de la mujer soltera
fue dominante en las novelas de Henry de Montherlant.
Traducidas a varios idiomas se conocieron en
países distantes. Esos temas, ya no se llevan
al teatro ni a la literatura. Como una mayoría
de mujeres célibes han tomado otros rumbos,
la soltería no se presenta como un drama de
frustración, sino de elección y de aventuras,
en que la libertad sexual toma su parte. Las
mujeres que esperaban eternamente, bordando
su ajuar, al novio posible, o al que se ausentaba
por algún motivo y no volvía, han desaparecido
o están en vías de extinción.
ClaraRosenblut.—No hay duda que la institución del
matrimonio en la actualidad se encuentra cuestionada,
pero hasta la fecha, no se ha descubierto una
institución capaz de reemplazarla.
PTurina.—Es una opinión favorable al matrimonio.
Hay muchas otras.
LucíaSantaCruz.—Para mí ahora es tan claro que lo único
obvio, lo único evidente es casarse. Lo más
satisfactorio, lo que me ha dado más equilibrio
como persona, lo más natural, lo más importante.
Yo nunca me he sentido con más potencialidad
para realizar cosas que ahora. ¡La vida tiene
etapas! La época para criar niños es una etapa;
es una barbaridad saltarla en aras de una profesión,
es una barbaridad no aprovecharla, no vivirla.
PTurina.—Ionesco, en París, con su esposa rumana,
se casó a los veinticuatro años y lleva ya más
de cuarenta años de casado.
EugeneIonesco.—La pareja es el mundo mismo, son las
dos mitades de la humanidad que se aman, se
reúnen, que dejan de amarse, que no pueden vivir
uno sin otro.
PTurina.—Fellini, el cineasta, y su esposa italiana
de la clase media, alcanzan igualmente varios
lustros de biencasados.
FedericoFellini y GiuliettaMasina.—La
vida común entre ilusiones y spaguetti... en
una palabra, la felicidad. Tuve mucha suerte
en mi matrimonio con Giulietta. Tengo alguien
que me comprende, que me inspira como artista
y que sin embargo, quiere saber si he comido
bien o si tengo las medias húmedas cuando he
filmado exteriores. Nuestra vida común está
sembrada de tragedias y alegrías, de risas y
de lágrimas. Hago el mercado y cocino para mi
marido. En cierto modo es como si fuéramos otra
vez jóvenes; es una segunda luna de miel. Para
nosotros, el matrimonio ha sido el compendio
de la felicidad.
PTurina.—Entre el sí y el no se equilibran algunos.
FranciscoUmbral.—Dicen que la familia se desintegra.
La familia es una casa que ha estado siempre
integrándose y desintegrándose, porque la familia
no es una piedra de molino, una torre de iglesia,
un puente romano, sino un nudo de yernos y cuñadas,
de padres y de hijos, de gentes que entran y
salen, que van y vienen, que se casan, hacen
oposiciones o se tiran los platos a la cabeza.
La familia. El error ha sido teorizar sobre
la familia como una cosa estática. La familia
es la casa claro, el hogar, el lar, el domo,
etcétera. Pero si el hogar viene de fuego, resulta
que el fuego no se está quieto y hay que estar
soplándolo siempre para que no se apague, echándole
madera, disgustos, trapos de la abuelita y caballos
de cartón del nene.
PTurina.—Hoy, como en otros tiempos, los matrimonios
durables, son un hecho. Se dan hasta en los
artistas, a quienes siempre se ha considerado
quebrantadores de las normas establecidas, y
de cláusulas y comportamientos poco ceñidos
a la moral. No ha sido por las leyes rigidas
del matrimonio, ni por miedo al “qué irán”.
Ninguna exigencia de ese tipo los ha inducido
a mantenerse enlazados. Unidos en el arte y
en la vida, con permanencia, entran en esa categoría
los actores de teatro Américo Vargas con Pury
Durante y Lucho Córdova con Olvido Leguía. Lucho
Córdova, entrevistado un día en la televisión,
dijo que le gustaría que murieran juntos, el
mismo día. Su deseo no se cumplió. Ella le sobrevive.
Fuera de que en Chile hay muchas parejas de
“toda la vida” entre escritores en que ambos
lo son, abundan otras en que la mujer o el marido
no lo son, y que han mantenido y mantienen una
firme unión matrimonial. Pintores y escultores
igualmente. Músicos también. ¿Dar nombres? Uno
de los más destacadobes matrimonios de escritores
fue el de Pablo de Rokha con Winétt de Rokha.
El, vociferante poeta, transmisor de palabras
fuertes y duras para todo lo que no fuera su
mujer y su familia, le dedicó a ella un solo
su adhesión permanente de marido y de padre,
sino las palabras más abundantes y de mayor
relevancia de la literatura chilena. Publicó,
inspirado en ella, prosa y poesía, describiéndola,
destacándola, adorándola. Formó con ella una
familia narcisista. En el libro “Morfología
del Espanto”, en “Lengua y Sollozo” explica
a sus hijos.
PabloDeRokha.—Carlos, el gran poeta niño, entre todos
los Demonios del cielo y el mundo; Lukó, en
la cual estalla, como un siglo, la granada azul
de la pintura; Juana Inés, que encontró la cadena
de jacintos divinos, que une pañales y guitarras
en una y sola luz de melodía; José, el cual
araña las entrañas de Dios con la caricatura;
Pablo, que habrá de forjar estupendos edificios
libertarios para que habiten los futuros hombres
rojos: Laura, aterrándose a la orilla de un
nido de perdiz edificado en la poesía; Flor,
expresión del sol y el mar en un capullo...
PTurina.—Entre los poemas “Canto del Macho Anciano”,
“Epitalamio”, “Obsesión del Matrimonio Provinciano”,
le dice a su mujer.
PabloDeRokha.—El amor nos agarró y nos estrujó como
a limones desesperados, yo ando lamiendo su
ternura. Yo conozco, siento que tus raíces cándidas
horadaron mi estupor. Ejemplo de mujer casada,
niña de octubre y mariposa, mi corazón se está
incendiando a tus pies. Soy tuyo entero, encadéname
Con sollozos y alimenta con besos al animal
feroz que elegiste por amo. Gimiéndote, besándote,
lamiéndote, llorándote, únicamente por ti y
en ti relampagueando con relámpagos de montaña,
anhelando, con beso eterno, esculpirte.
PTurina.—Winétt murió y Pablo de Rokha, unos
años después, se suicidó, tal vez no solamente
por su viudez, sino que sin Winétt, el insoportable
mundo le arañó más. Como viudo inconsolable
escribió “Apoteosis”, excelsa prosa que reflejó
su dolor.
PabloDeRokha.—Eternamente atado, encadenado a ti,
como un perro a una montaña, aúllo a tu memoria,
ensangrentando la noche tremenda, Winétt. Partido
en dos, camino estupefacto, gritando, acorralado,
revolcándome en el hachazo colosal, con la gran
patada en el alma, y ya comprendo únicamente
aquello, que se refiere a tu recuerdo. Todos
están muertos contigo, y yo soy el fantasma
del león que persigue en las tinieblas a la
amapola degollada por la fatalidad. Perdió el
sentido la tierra sangrienta y revienta de dolor
la sociedad detrás de tu ataúd. Cargado de desesperación,
como un animal de mendigo, araño la eternidad,
desgarro la eternidad, escarbo la eternidad,
desenganchándome las entrañas, violento, embrutecido,
gritando-besando tu nombre inmortal, y me trago
la lengua cortada, ahíto de furor inútil, yo
que arrastro el espanto desesperado de haber
querido y no haber podido siquiera matarme para
salvarte, porque hasta el suicidio era inútil.
Aquí duerme y crece para siempre la más hermosa
flor de los jardines del mundo: WINETT DE ROKHA.
PTurina.—Habría que insertar, no resumidas,
las treinta y seis páginas (formato grande)
que componen esta prosa gimiente, para comprender
mejor la desesperación de un marido, que tras
décadas de matrimonio, rezuma inconsolabilidad,
dolor, ternura, recuerdo, belleza, amor, idolatría.
adoración, y que en ella asegura: “la seguiré
llamando hasta después de muerto”. APOTEOSIS
es el monumento funerario de un hombre pobre
de dinero, incapaz de erigir una costosa arquitectura
para su mujer muerta, pero que redactó esas
palabras cumbres, en memoria de la bienamada.
AnaisNin.—El amor nunca perece de muerte natural.
Muere porque no sabemos volver a colmar su fuente;
muere de ceguera, errores y traiciones. Muere
de enfermedad y de heridas: muere de cansancio,
de marchitamientos y empañamientos.
PTurina.—El poeta francés Louis Aragon y Elsa
Triolet formaron un matrimonio resonante por
su duración. Una serie de entrevistas sobre
ellos, se publicaban seguidamente en diarios
y revistas de todas partes. Al cumplir treinta
años de matrimonio, la revista francesa ELLE,
destacó en páginas principalísimas un poema,
titulado ELSA, que el marido, admirador y permanentemente
enamorado de su mujer, escribió.
LouisAragon.—He aquí que hace ya treinta años, que
soy esta sombra a tus pies / Un fiel perro negro
que gira en torno a tus talones.
*
He aquí que hace ya treinta años que mi pensamiento
es la sombra de tu pensamiento.
*
Qué es lo que ha dicho mi alma cuando tú la despojaste
de su cáscara.
Cuando la modelaste a tu imagen y semejanza
Cuando en tus brazos supe que era un ser humano.
Cuando dejé de fingir y reír burlonamente para ser
yo mismo
al
tacto de tu mano
*
De
todo esto sólo quedará una cosa
Un
solo murmullo, un estribillo solo
Una
mirada que nada reposa
Un
largo gracias balbuciente
Y
como un prado alegría
Niño-Dios
mi idolatría
Ave
sin fin de letanía
Mi
eterno insomnio noche y día
Mi
floración calma tardía
Oh
mi razón !Oh mi folia!
Mi
mes de mayo de melodía
Mi
universo. Elsa vida mía.
PTurina.—Poco
sirve la belleza, la juventud, el arreglo, la
coquetería, lo perecedero —se medita—cuando
una prestigiosa revista de modas, en que se
exhiben las conquistas más recientes de lo que
realza a las mujeres, donde se lucen los peinados
más artísticos, los vestidos y las joyas más
atrayentes, el maquillaje más perfecto, publica
cuatro páginas referentes a una mujer envejecida,
mal peinada y peor vestida, exaltada por su
marido en la fecha aniversario de treinta años
de amor, de amor conyugal.
ElsaTriolet.—Yo
no quería que se publicará mi fotografía, donde
se viera mi rostro sin juventud, mis cabellos
blancos. Estaba convencida de que para leer
este poema de amor era preferible que cada uno
pudiera imaginar SU Elsa. Pero reflexioné y
pensé que este rostro era el que debía mostrar
a todas las mujeres, para que ellas supieran
bien que un gran amor debe sobrevivir a todo,
a la duración, a las arrugas, a las canas, al
hábito.
PTurina.—
Y pasados los cuarenta años de matrimonio Elsa
siguió siendo la inspiración de su marido. Ambos
eran escritores. El, uno de los iniciadores
del surrealismo, ella, novelista.
En los últimos cuatro años de su vida, Elsa
recibía seguidamente, valiosas pruebas de amor
“concretas”, traducidas en regalos valiosos:
un brazalete que perteneció a Sarah Bernhardt,
y una sortija que hacía un siglo Byron había
hecho grabar para una de sus amadas: “A la que
yo amo”. Elsa falleció y Louis Aragon dijo:
LouisAragon.—Después
de la muerte de Elsa no tengo ningún deseo de
vivir. Pero tengo 74 años y no viviré mucho
más tiempo.
PTurina.—En
1982, Aragón cumplió su pronóstico. Muchos artículos
destacaron su monogamia, pues si antes de conocer
a Elsa Triolet hubo mujeres en su vida, después...
LouisAragon.—No
he visto literalmente, otro rostro de mujer.
PTurina.—Otro
matrimonio trascendente por su duración, el
de Salvador Dalí. Sus declaraciones, las de
un loco genial y estrafalario, son dignas de
enmarcarse. No formó una familia, ya que no
tuvo hijos. Creyó que la familia es valiosísima
como estructura social, pero consideraba que
los genios, o los talentos especiales, necesitan
que la familia los repudie para que puedan dedicarse
a. sus creaciones. La familia y los niños son
en esos casos estorbantes.
SalvadorDalí.—No,
no tengo hijos. Los niños me producen horror,
así como los animales, como todas las cosas
pequeñas que se mueven.
PTurina.—Pero,
al referirse a Gala, su mujer, sus juicios eran
laudatorios.
SalvadorDalí.—El
amor, Gala, ha tenido una importancia decisiva
en mi vida. Estaba a punto de sumirme en una
enajenación, en un estado paranoico, cuando
ella canalizó mis energías hacia una actividad
práctica, que ha sido la base del éxito escandaloso
de mi personalidad. Casi todas mis obras de
tipo místico están inspiradas en mi esposa.
No creo en el divorcio. Para mí la unión tiene
que ser indisoluble. Y más ahora, con tanta
promiscuidad, el erotismo de los hippies, y
todo eso. Se producirá una reacción y volverán
las grandes pasiones. “L’amour courtois”, los
grandes amores duraderos.
PTurina.—Luis
Buñuel, refiriéndose a Dalí, a quien conoció
mucho, en sus Memorias “Mi Ultimo Suspiro” delata
algo increíble.
LuisBuñuel.—Su
vida sexual fue prácticamente inexistente. Era
un imaginativo de tendencias ligeramente sádicas.
Por completo asexuado, de joven se burlaba sin
cesar de sus amigos que amaban y, buscaban a
las mujeres..., hasta el día en que, desvirgado
por Gala, me escribió una carta de seis páginas
para explicarme a su manera las maravillas del
amor sexual. Gala es la única mujer con
la que ha hecho realmente el amor. Llegó a seducir
a otras mujeres, sobre todo multimillonarias
norteamericanas, pero se conformaba, por ejemplo,
con desnudarlas en su apartamento, freír un
par de huevos, colocárselos a las mujeres sobre
los hombros y despedirlas sin decir palabra.
PTurina.—Para
Gala, Dalí era el segundo marido. Fue casada
con el poeta francés Paul Eluard. Para él, fue
no sólo su única esposa, sino confesionalmente,
su única mujer.
SalvadorDalí.—Todo
el mundo sabe que todo lo que admiro en una
mujer está resumido en Gala. Ella es la mujer
visible e invisible, el ojo que atraviesa las
murallas y perfora los misterios, la descifradora
de enigmas, Gala-grávida, la que ayanza, la
que guía, la que lleva de la mano por el camino
del amor y del conocimiento. Si Gala se muriera
me gustaría comérmela. El canibalismo es una
de las más evidentes manifestaciones de la ternura.
Gala es la primera con quien hice el amor.
No es sólo que me gusta tanto el amor, como
el hecho de que yo tenía 29 años y me creía
impotente. Gala me reveló la propia verdad.
Nunca he tenido relaciones sexuales con otra
mujer.
PTurina.—Gala,
antifeminista, le sirvió admirablemente para
su vanidad de creador. Siempre dispuesto a sorprender,
sus talentosas extravagancias reflejadas en
sus pinturas, joyas, fotografías, la tuvieron
como silenciosa espectadora.
SalvadorDalí.—Así
como la mujer no tiene capacidad creadora, tiene,
sin embargo, una capacidad enorme para inspirar
al hombre, para cretinizarlo, como ha sucedido
en tantas ocasiones.
PTurina.—Gala
lució ante el mundo, en los cuadros de su marido,
y en sus palabras, repetidas en cientos de testificaciones,
que descubrieron a una mujer ensalzada con mucho
de irreal. Murió nonagenaria, y se hizo —según
dicen— diez cirugías estéticas. ¿Para mantener
la leyenda y el amor conyugal? Se las hizo porque
a nadie le gusta envejecer, deteriorarse, tener
un rostro resquebrajado. Gala pudo pagar las
cirugías y se las hizo, como lo harían millones
de mujeres para aminorar los estragos de la
vejez, y lucir un rostro agradablemente mirable,
más si a cada rato se debe aparecer como una
diosa en que no cabe la decadencia.
FrankCalderón.—Gala,
la esposa de tantos años del pintor surrealista
Salvador Dalí, a quien éste ha retratado en
más de uno de sus cuadros y a quien describe
como “la musa de mi inspiración”, es una mujer
callada, introvertida, que se limita a ser espectadora
en el mundo de Dalí, en el cual él, y sólo él,
es el personaje central. De acuerdo a la forma
en que Dalí se refiere a su esposa, uno la
imagina como una verdadera intelectual, capaz
de influir en la producción artística de su
esposo. Sin embargo, quienes la han conocido
personalmente afirman que Gala es la antítesis
de la mujer que Dalí ha creado para el público,
y que en su presencia se arrincona y apenas
balbucea frases.
PTurina.—Karl
Marx el sociólogo que escribió los libros más
incitadores, que promovieron revolucionarios
cambios políticos y sociales, cuyas ideas remecedoras
trastornaron el orden mundial, fue el más quieto
de los maridos. Las cartas enviadas a su esposa
Jenny, demuestran el amor jamás desvanecido;
Una de sus cartas íntimas, remitida a mediados
de 1856, declara en algunos párrafos:
KarlMarx.—La
ausencia momentánea es buena, porque en la presencia
se ven las cosas demasiado iguales para diferenciarlas.
Grandes pasiones que por la cercanía de su objeto
toman la forma de pequeños hábitos crecen y
vuelven a alcanzar su tamaño natural por el
efecto mágico de la distancia. Así sucede con
mi amor. Tú no necesitas más que apartarte de
mi sueño, para que yo sepa enseguida que el
tiempo sólo le ha servido como sirven el sol
y la lluvia a las plantas, para su crecimiento.
Mi amor por ti en cuanto estás lejos, aparece
como lo que es, un gigante en que se concentran
toda la energía de mi espíritu y todo el carácter
de mi corazón. En el mundo, en verdad, hay muchas
mujeres, y algunas de ellas son hermosas. ¿Pero
dónde puedo encontrar otra vez un rostro donde
cada rasgo, hasta cada arruga despierte los
más grandes y dulces recuerdos de mi vida?
Adiós dulce corazón mío. Te beso muchas mil
veces y a los niños.
PTurina.—En
1878, Jenny enfermó de un mal doloroso y mortal.
Marx la cuidó durante tres años, y, convaleciente
de una bronconeumonía, el médico le prohibe
asistir a los funerales. Sólo un año y tres
meses nada más sobrevive a su mujer. Entremedio,
otro duelo lo aflige; repentinamente fallece
la hija mayor, igualmente llamada Jenny. Karl
Marx no se recupera más, ni de la congoja por
perder a dos seres amados, ni de la bronquitis
cogida durante la enfermedad de su esposa.
SantiagoRiescoMacClure.—El
matrimonio no une sino la unión hace el matrimonio.
PTurina.—Entre
la correspondencia de amor, el biógrafo del
Presidente Harry Truman —Robert Ferrell— da
a conocer las mil cartas que le escribió a Bess,
desde que era un anónimo granjero, hasta un
lustro después de haber dejado de ser Presidente
de los Estados Unidos de Norte América. Se conocieron
de niños. Asistieron a la misma escuela. En
la adolescencia se despertó el amor y, cerca
de los treinta años se casaron. Aparte de sus
confidencias políticas y de otra especie, Truman
evidencia el deseo de escribir y de recibir
cartas de su “Dear Bess”. Se quejaba de las
demoras.
HarryTruman.—Sólo
he recibido una carta tuya desde que llegué.
Reviso cuidadosamente cada valija de correos
que me llega. Pero hasta ahora no he tenido
mucha suerte. Realmente me encanta saber de
ti. Me gusta tanto recibir cartas tuyas que
hago todo lo posible por merecerlas; porque
realmente disfruto de tus misivas, aunque tú
las llames notas; por favor no tardes tanto
en escribir. Me encanta ver una carta tuya,
así esté escrita en papel de envolver o en el
papel más fino que exista.
PTurina.—En
1982, millones de personas, vieron en los diarios
del mundo la fotografía del príncipe Rainiero
de Mónaco, ayudado por dos de sus hijos, descendiendo
los peldaños de la Catedral monegasca, en los
funerales de su mujer, la princesa Grace, en
que el monarca, visiblemente afectado, sobrecogía
por la demostración de su dolor. Después de
veintiséis años de matrimonio, en la entrevista
que la BBC de Londres hizo a la enfermera que
atendió los últimos instantes de Grace Kelly,
se escuchó…
Enfermera.—Nunca
vi envejecer 15 años en un minuto, a un hombre
al recibir la noticia de la muerte de su esposa.
PTurina.—El
domingo 6 de marzo de 1983, el diario “La Tercera
de la Hora”, publicó la foto-impacto enviada
por UPI-UNIFAX, con la noticia del suicidio
del escritor de origen húngaro Arthur Koestler,
de 77 años, y de su esposa Cynthya, de 50. El,
alterado por el mal de Parkinson, decidió poner
en práctica lo que predica la sociedad para
la Eutanasia Voluntaria, de la que era vicepresidente
honorario. Su esposa, sana, se unió a él para
cometer el doble suicidio. Koestler había tenido
antes dos mujeres, pero la última fue la compañera
de los años finales y se unió a él para la vida
y la muerte.
|